Cómo estás?
Me pregunto yo sola para poder explorar mis sentimientos reales.
Siento que he estado hundiendo mis sentimientos desde que mi Mami se apartó físicamente de mi lado.
Siento que reprimí muchas cosas,
siento que asumí otras tantas...
28 de diciembre del 2020...
tecnología pura,
celular, comprar un ticket aéreo, buscar un buen lugar.
29 de diciembre 2020...
mis pies tocando la arena,
el mar viniendo hacia mi,
dándome la bienvenida a MI HOGAR espiritual.
El mar venía hacia mi
y el mar de lágrimas corrían solas por mi rostro.
Sentía que descargaba una mochila de 100 kilos.
Sentía que la vida regresaba a mi?
Tanto daño hemos hecho como humanos
(que si lo creo)
a nuestra madre tierra,
que en castigo tenemos que estar encerrados,
como cuando encerramos a los animales...
El mar tocaba mis pies,
me zambullí en el,
que sensación tan indescriptible!
mi cuerpo entero bajo el agua de ese mar al que AMO
Dios! cuánto lo extrañé!
Cuanto lo necesito!
Gracias por tener esa oportunidad de recargarme,
de volver a SENTIR.
Gracias Gladys,
porque sin conocerme me diste todas las comodidades.
Podía ver el mar desde que abría los ojos,
salir a la terraza y sentir la brisa marina,
ver atardeceres espectaculares,
sentir un frío rico.
Encallé en un pedacito de Grecia como soñé algunas veces.
Nada es casualidad,
los sueños se cumplen de algunas formas que no imaginamos...
Me aparté de todos y de todo porque lo necesitaba.
Necesitaba sentir que existía,
sentir que era YO aquí.
Buscar y sentir mi propósito.
Por ahí la palabra de moda "IKIGAI"
Dios me ha dado una nueva oportunidad
y no la pienso desperdiciar.
Me gusta el Yoga,
no tanto tanto la meditación, pero sí que ayuda!
Calmar la mente es algo que aprendí un poco ya...
A aceptarme tal y como soy,
a quererme mas,
a cuidarme yo sola,
a poner límites amorosos a la ayuda que me gustar dar.
A valorarme y a VIVIR.
Cosas pasaron,
como todo en la vida,
personas que existen para darte lecciones.
Pero lo que debe pesar es lo que mi corazón elige.
Y estoy eligiendo vivir en paz.
Encontré mi propósito,
tendré subidas y bajadas,
pero esta vez esas bajadas las veré como aprendizajes de vida... que lo son.
Y las subidas, las disfrutaré como cuando me sumergí en ese mar que AMO,
y que sé que siempre me recibe con sus brazos abiertos.
Somos afortunados,
sé que muchos pueden repetir esto,
pero yo realmente lo estoy sintiendo al escribir esto.
Gracias, gracias, gracias.
Creo cada vez mas en ti, mi amado Dios.
Habrán muchas cosas que no entienda,
pero aprendí a confiar en tus planes y
a dejar mi vida en tus manos,
pero también a tomar acción para ser realmente FELÍZ.
Me amo cada día mas
y espero no dejar de amarme
o perderme en otros brazos.
Camino con la frente en alto,
mi mente en el cielo,
el corazón abierto
y el espíritu volando. |