Llueve Afuera
Adentro los compases de la sinfonía
número cuarenta
Adornan los espacios
De este hogar arrinconado
en la letanía de esta cuarentena
A ratos el frio
Entra por algún rincón del alma
Y se esconde la alegría
Llueve adentro a raudales como un río
Las letras se humedecen
y se desdibujan las palabras
La marea de sentimientos acongoja
Mozart se pone a salvo
Y la cuarenta da paso a una intensa
Noche en el Monte Calvo
Y la angustia del momento
Hace causa común con la gran lluvia
Y la tarde cae gris en el cemento.
Ya todo esta hecho
La vida sigue su curso y
Somos uno y somos todos
Nacer morir y volver a nacer
Un ciclo eterno en movimiento
Dejar un legado
¿Un legado a quien?
¿A esta gotera del alma?
Cuando las ultimas notas
De la vida aún resuenan
Ya se asoma la no vida
Atrás queda lo sentido
Lo amado y lo despreciado
Te vas sin prisa
Y el mundo gira igual
La vida sigue igual
Fuiste, ya no más
La ultima campanada
Y un adiós.
Texto agregado el 06-01-2021, y leído por 107
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
22-01-2021
Tienes razón. La vida sigue igual ... para el que puede contarlo. Clorinda
07-01-2021
Diría que es un poema ciudadano en la piel de un desilusionado. Me gustó mucho. MujerDiosa
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