Luisvin fue una persona de la que aprendí mucho, la primer persona que vi en mi vida siendo sí misma en un entorno donde serlo era casi prohibido. La primera vez que le vi fue en el salón de Sandillal, en mi pueblo, bailando, con una comparsa, yo era muy jóven y solo recuerdo a un señor decir "vea como baila el playiyo ese" mientras reía y sostenía una imperial. ¿Cómo se llega a ser una diva de plataformas en un entorno de topes y misoginia? ¿Cómo se llega a ser cualquier cosa fuera de la norma cuando la norma te escupe a la cara al mínimo intento de no calzar?

Siempre iba lleno de proyectos, de propuestas, por cada persona que se burlaba, él tenía dos actividades ya en mente, la gente que hace no tiene tiempo para detenerse ante la gente que señala. Los últimos domingos de cada mes daban lugar al circo en el que trabajamos y propusimos en conjunto, el "rarito ese" del que se burlaba la autoridad fálica hizo más por la cultura que todos los peces muertos que solo seguían la corriente.

Recuerdo encontrarle en cualquier parte, y verlo venir en un cálido abrazo, siempre proponiendo algo "¿Y qué tal si hacemos un taller para niños?", "¿Y qué tal si para la próxima actividad incluímos fuego?", esas ganas de ser y hacer que dejaban en silencio todos los rancios prejuicios de antaño.

Son tiempos extraños, no sé cuanto tiempo pasó ¿Dos? ¿Cinco? ¿Siete meses? Ya no sé, y no poder despedirse duele, porque se piensa en volver como si nada, en ir caminando por Plaza Colón o el parque y topar de nuevo ese abrazo; ese ánimo a seguir ¿Cómo se logra entender que ya eso no pasará más?

Aún recuerdo ese último breve encuentro, estábamos casi toda la peña en la pizzería cuando Luisvin llegó a saludarnos, eso fue a finales del 2019, hablamos de como teníamos que volver a ocupar el parque, en sacar los parlantes, sacar el fuego, sacar la música, poner el cuerpo. Nos dijimos en coro "mae, tenemos que hacerlo, por los viejos tiempos", luego vino una pandemia, luego vino tu partida.

Solo me queda decir al aire, gracias, porque la gente como vos me dio el valor para ser como soy, y porque siendo quien soy, quiero inspirar a otra gente a ser sí misma y a luchar por un mundo mejor, con pocos medios, pero con muchas ganas. ¡Salud y danza!