Amor parte 4

Los días pasaban y los dos continuaban con sus vidas, vidas vacías, conversaciones vacías, la cama vacía. Ellos necesitaban amor.
El domingo por la tarde se dirigió a esa misma tienda en la que compró una cajetilla de cigarros. Por supuesto que el hombre de 1.92 de estatura buscó a la mujer en la tienda. Ella en lugar de regresar a su automóvil se dirigió a la plaza que está a dos calles de la tienda. Entró realmente a despejarse, había tenido pesadillas no quería regresar a casa.
Visitó varias tiendas, tomaba algunos artículos y los dejaba. En una tienda en la que ella tomó algunos productos que puso en una canastilla. Le dio vueltas al asunto y se preguntó ¿Para qué compro esto? Esto es inútil se dijo a sus adentros. Salió de la tienda sin decir nada. Matías pensó que ella no llevaba dinero así que compró los productos que ella dejó en la canastilla. La siguió hasta el estacionamiento y tuvo la oportunidad perfecta para seguirla hasta su casa.
Para ella era normal que un carro viniera detrás de ella. Se detuvo en la esquina y la vio que abrió la puerta de su casa y se metió. Él ya tenía su dirección.
Se sentía ridículo al comprar una caja de regalo porque ni a su hermana le había regalado nada. En la caja que compró colocó todos los regalos que no compró Ximena. El regalo lo dejó afuera de la casa, pero ella no salía. Lo metió al automóvil y regresó a la casa.

La que sabría cómo enviar el regalo era Macarena.
-Quiero hacerte una pregunta – mencionó Matías.
-Si es lo de la beca, aún no tenemos información.
-No es sobre ese tema. Quiero saber cómo enviar un pequeño presente.
- ¿Estás saliendo con alguien? ¡Ay qué emoción! ¡cuéntame de ella! ¿Es guapa? ¿De dónde es?
-No es para nadie -respondió nervioso.
- ¿Entonces? ¿Para qué quieres enviar un presente?
-Bueno, es para mi jefe y no me quiero ver tan barbero.
-Pues mándalo por mensajería. Si quieres yo misma lo llevo.
-No – dijo cortante.
-Lo que tu digas – Maca a veces no entendía a su hermano.
¿Cómo le haría?

Continuará…