Di vino. Dilo sin temor, pues como vino siendo, él, es de potente cuerpo,
redondo de aromas,
carácter complejo,
aureolas de recuerdo, que evocan los frutos rojos.. más aún no es perfecto
En el retro gusto descubres su esencia,
recuerda, su 1ª cata,
es solo la apariencia.
Dale. Un par de vueltas, agítale , ahí,
entre los vapores del alcohol de su alma ,
descubrirás un pelín de acidez,
reflejo, de una solera joven, que maduró en gastada barrica de roble, y fue en exceso oxigenada.
Ahora si, reposado el denso caldo, su aroma, se contiene, en copa casi de esfera, por que te acerques, huelas y le des un trago, se oxida y se desespera.
¿Reconocerías el producto añejo de, entre otras, una cepa salvada de la filoxera?
¿Antiguo, clásico, elegante y sorprendente por su coupage original?
Mezcla de las mejores añadas de buena y de mala uva, pocos sabrán ya, apreciar su sabor, pues ademas de envejecer en botella, primavera tras primavera, sin ver la luz del sol, pasó de denominación de origen calificada, trasegado de cuba en cuba, a ser vino de autor.
Si no tuvieras reservas, este vino se me vino, por la fuerza, a convertirse en Gran Reserva.
No esperes a su degüello, descorcha con suavidad y tino, usa uno francés de laminas fino, hazlo sin reparo y con esmero y saborea su cuerpo de aroma sincero, entre otros, un amigable toque a cuero viejo de sillón orejero,
Como vino, este consejo os doy, si compartís un buen caldo con una bella dama, tratad a ambos con respeto y cariño.
Valorad lo que ese momento os depara, leed la descripción del vino y los ojos de la mujer con su copa alzada, y si en ambas lecturas reconocéis, poesía elaborada, brindad por un instante feliz, que de seguro, hay brillo en vuestras miradas.
|