Amor parte 2

Las rodillas de Ximena dolían por el frío, y es que desde hace dos años ella subió de peso, la depresión la llevó a comer de más y no poderse controlar, unos cuantos kilos sobre sus rodillas le pesaban. El médico le dijo que de 96 kilos que pesaba tenía que bajar cómo mínimo 20. Muy difícil para ella.
Era sábado y no pensaba levantarse de la cama, estaba haciendo mucho frío y el tiempo decía que pronto llovería. A las 6 de larde se levantó de la cama para revisar el cajón y no tenía cigarros. Tomó las llaves del automóvil y fue a una pequeña tienda departamental con cafetería para comparar una cajetilla de cigarros, era necesario fumar.
Estacionó el automóvil y entró a la tienda, compró una cajetilla y miró un par de cosas. Soltó una que otra sonrisa por amabilidad. Por casualidad Matías se encontraba en la misma tienda. Ella estaba cegada por el miedo de volver a caer en el juego de los hombres, así que ni se dio cuenta de que él quedó loco con mirarla, nunca le había pasado algo así. Fue de inmediato que la vio, miró sus cabello oscuro y largo, alborotado. Sus piernas torneadas y su trasero al igual que sus senos que ya habían crecido. Los oscuros lentes tapaban su triste rostro. Pero él vio más que eso. La siguió con la mirada y dejó lo que pensaba comprar por seguirla. Ella salió de la tienda y la lluvia ya había comenzado a caer, él se colocó del otro lado de la puerta mientras que Ximena sacó un cigarrillo, lo encendió y lo introdujo en su boca. Lo disfrutó demasiado cuando sonó el teléfono.
- ¡Amiga! hasta que por fin te localizado.
- ¿Qué sucede? – pregunta Ximena.
- ¿Nos podríamos ver el viernes para comer? – Paola preguntaba del otro lado de la bocina.
-Estoy trabajando, lo sabes – le respondió ella, no quería salir.
-Sales a las 4 así que no hay pretexto. ¿Dónde quieres que nos veamos?
-En el café que está acá en la casa. Por cierto, estoy aquí – Ximena especificó – a las 3 ¿Está bien?
-Esa es mi chica. Ahí te veo.
Ximena colgó el celular y continuó con su cigarrillo el cual disfrutaba demasiado. Matías miraba discretamente a esa bella mujer que tenía junto a él. Ella caminó bajo la lluvia hasta su automóvil y él la siguió con la mirada.

Continuará…