¡Nunca como la mujer de Lot!
Jamás como la presente figura de sal,
que alguna vez fue como usted:
De carnes puras y ojos de esperanza.
Nunca cubra su corazón de costras salinas
mirando el pasado que deja atrás,
tras pasos y pasos de futuros inciertos,
jamás recuerde con angustia la pasada vida.
Deje que su servidor y necesitado
incruste en su marchito corazón
aquel cloruro de sodio, de secos futuros,
recordando aquel hermoso pasado.
Dejad que mis ojos se nublen
con la sequedad del castigo de dios,
dejadme intentar sufrir los recuerdos
de nuestros sueños perdidos.
¡Nunca como la mujer de Lot!
Seré yo, Lot, quien corra al encuentro
de los besos extraviados en los vientos fríos
de los desiertos que alguna vez florecieron
con nuestro amor
Texto agregado el 01-06-2003, y leído por 293
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Lectores Opinan
05-06-2003
Con este relato me recordaste a mi época más juvenil cuando en mi colegio me hicieron estudiar este hecho. Muy bueno. Sigue así. Besos kimberlyrichards
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