El Minatrón

–Y dígame, tío, –el tío levanta la cabeza de entre los extraños aparatejos de todos los tamaños y formas– ¿de que se trata el maravilloso descubrimiento que ha hecho? Y en el que quiere mi colaboración como técnico electrónico.
Enfundado en su guardapolvo blanco arrugado, el científico, el arquetipo de científico loco, pelo blanco abundante y enmarañado, anteojos y la expresión de una marmota que no ha salido de la cueva en meses, responde:
–Mi invento, el Minatrón, si, esto que parece un control remoto desarmado es eso, es un dispositivo que emite andas alfa, beta y theta en una frecuencia que ensambla con las ondas cerebrales de modo que el cerebro las recibe y es hackeado al recibirlo en el sistema límbico. Lo he desarmado para ajustes, pero necesito un técnico con tus conocimientos, para su chequeo y ensamble final, ¿podrías comenzar mañana?
–Por supuesto.
–Muy bien, como verás, apenas me defiendo en electrónica, por eso requerí un profesional como tu y de confianza.
–¿Y para que sirve? –pregunta el joven sobrino del profesor mientras se rasca la cabeza.
Al profesor se le iluminan los ojos, con una picardia que sorprende al joven, y poniéndole la mano sobre el hombro como un padre que va a dar la charla sobre la vida a su hijo, comienza a explicarle:
–Imagina, sobrino, que quieres conquistar a una chica, pero ella te cierra todas las puertas, ¿que engorroso remontar eso verdad? Bueno, con el Minatrón no tendrás ese problema, solo le apuntas como lo harías a un televisor para cambiar de canal, apretas el botón E de ‘enamoramiento’ y ella caerá a tus pies y luego si quieres probar otras mieles, solo le apuntas con el Minatrón, apretas el botón D de ‘des enamoramiento’ y ya no le interesas, de modo que no le preocupará que ya no la quieras y todo el mundo gana y contento. Ahora ¿te imaginas lo que vale la patente de este artilugio?
–¡Se vendería como pan caliente, seriamos ricos!… este… seria rico tio jeje.
–Jajaja mi pícaro sobrino como has crecido jajaja.
–Pero, dígame una cosa… ¿lo ha probado?
–Obviamente y mientras probaba las mieles de su uso le hacia unos ajustes, ya casi está jeje.
–¿Me esta diciendo que lo ha usado… ya con una... mujer?
–¿Y como crees que descubrí lo maravillosamente eficaz que es? Porque la sujeto de prueba me entregó TODO gustosamente. Obviamente ella ni enterada que estaba haciendo semejante contribución a la ciencia, vivió su romance y ahora es un bello recuerdo para ella. La semana que paso junto al amo y señor de su vida, o sea yo, la vivió con pasión y entrega y cuando apreté el botón D su llama se apagó y no tuvo problemas en decir adiós.
–Fantástico.
–Pero te diré algo, sobrino, también es necesario que otro hombre lo pruebe para ver las diferencias cognitivas entre usuarios, aún es experimental y secreto y solo hay alguien de mi confianza…
–¿Se… se refiere a mi?
–Exactamente.
–Bueno… este… yo… no quiero que se ofenda, le juro que si estuviera libre… pero ocurre que estoy comprometido en una relación reciente y seria… usted me entiende.
–Por supuesto que lo entiendo muchacho… no hay problema, ya veré como continúo en ese aspecto, no olvides que soy un científico y me especializo en resolver problemas.
–Gracias tío y disculpe.
–A propósito ¿quien es la afortunada?
–Se llama Maria Cespedes, la conocí cuando llegué y estaba conociendo el pueblo ¿creería que nos conocimos hoy de mañana temprano y formalizamos esta tarde? Fue lo que se dice un flechazo. - dijo el joven emocionado.
El profesor gira para acomodar unos cables en el aparato y se inclina sobre ellos dando la espalda al sobrino.
–Maravilloso, ya me contaras la historia de amor… pero… es que ahora tengo mucha tarea… ya sabes… sobrino, hay que ajustar, medir acá y allá.
–Bueno, suerte en su proyecto tío. Y no se rompa la cabeza, mañana temprano estaré como su ayudante. Vuelvo al pueblo, a la posada. Adiós.
El profesor apenas gira la cabeza y saluda con la mano.
–Nos vemos sobrino. Hasta mañana.
Luego de que se vio solo el profesor conectó algunos cables del Minatrón, lo encendió y lo miro desconsolado, sabe que deberá resetearlo o mejor quitar la función de registro de la memoria que en el display mostraba:
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Ready (parpadeante)
Registro.
Tiempo de prueba: 7 días
Respuesta de la sujeto de prueba: Optima.
Nombre de la sujeto de prueba: Maria Cespedes.
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