Ex Hacienda de Sierra Hermosa, Villa de Cos, Zacatecas, México. El canto repetitivo de un gallo poco antes del amanecer me despertó, escuché también el rebuzno sonoro de un burro, quien a lo lejos casi a la par al otro extremo del pueblo obtuvo una respuesta similar, estableciendo una comunicación constante por varios minutos. Más tarde don Pedro, mi anfitrión, me aleccionó diciendo que esa retahíla de rebuznos es la forma en que el macho se manifiesta cada vez más fuerte para ser escuchado por una hembra.
Y a propósito de comunicación recibo un whatsApp de mi madre preguntando como estaba y como había llegado. De inmediato calme su preocupación al decirle que había llegado sin contratiempo alguno.
Al salir del reducido espacio en donde pasé la noche , observo a lo lejos a don Pedro que alimenta a un centenar de gallinas, gallos y polluelos, porta un overol azul y unos desgastados guaraches, que me recuerdan a mi abuelo paterno, un hombre enamorado de su tierra.
Se veía que acababa de regar sus plantas por el exquisito olor a tierra mojada, me evocó nuevamente recuerdos, pero ahora de la abuela que solía pasar una eternidad al cuidado de su diente de león, romero, manzanilla, ruda, siempre viva, eucalipto, y su consentida la medicinal yerbabuena.
Después de una plática ligera con don Pedro salí a iniciar un recorrido minucioso para un reportaje del lugar, de su gente, de sus tradiciones, costumbres y prácticas rutinarias. Tuve oportunidad de visitar el Museo comunitario y club de lectura en donde se trabaja con un modelo basado en el trabajo colectivo de los pobladores, con una visión de enseñanza rural visual, sencilla pero sobre todo que despierte la creatividad de cada persona.
Casi oscurecía cuando regresé cansado pero satisfecho a la casa de don Pedro. No me queda la menor duda de que para estos hombres y mujeres de esta zona semidesértica, el sentido de la vida no era una interrogante, formaba parte de ellos, de un modo muy natural, en sus talleres, en sus campos, en sus aulas, habían creado su propia mentalidad, una mentalidad basada en la esperanza y en su propia manera de ser.
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