Varios años atrás durante una noche hermosa de verano, al observar a la luna en un momento dado, sentí que ella y yo éramos Una, lo mismo, no existía ninguna diferencia. Eso me impactó como es lógico. Me sucedió igual con una rosa, me sumergí casi sin darme cuenta dentro de ella, en su perfume, y constaté que no había separación entre ambas. Más tarde durante un viaje al sur de Argentina, estaba junto al glaciar Perito Moreno admirada por su impresionante belleza, cuando lo escuché crujir... ese crujido resonó dentro de mí de una manera que no alcanzo a describir, tenía algo estremecedor y emocionante, de madre, de hijo, de unidad absoluta. Y llegó tiempo después, la experiencia de unidad más completa y reveladora. Me encontraba junto a un grupo de meditación, donde se usó cuencos de cristal y didjeridoos. Precisamente uno de ellos, lo tocaba una mujer que nos vertió su sonido en las partes del cuerpo que le parecieron más necesarias. A mí, recuerdo que lo colocó en uno de mis chakras y en mi oído izquierdo, el que recepciona. Un rato más tarde, sentí que me disolvía, que mi cuerpo ya no tenía límites, que la música que escuchaba era yo misma, sentí que las personas que estaban allí estaban en mí y que lo que creía mi "yo" estaba en ellas y en todo. Luego, me vi en el espacio, y sabía que podía estar en millones de partes al mismo tiempo, que parecía que no era nada, algo minúsculo, y sin embargo el Todo estaba en mí. Sabía que mi realidad era ésa, estar esparcida en el éter, ser notas de la música que se escuchaba en ese momento y estar en cada ser humano del grupo. Luego me aventuré más allá y percibí que formaba parte de los Planetas, de las estrellas, del agua y del aire, era en verdad Todo, aunque lo que pensaba hasta un rato atrás que era, no existiese más. Perdiendo mi identidad, me convertía en el Universo mismo, no existía nada de lo cual mis átomos fueran ajenos. La sensación ha sido de una extraordinaria libertad.

Fue una experiencia increíblemente maravillosa, que se dio hasta ahora una sola vez tan larga y completa.

Me doy cuenta de la importancia primordial que tiene en estos momentos, el cultivar esa sensación de Unidad con todo lo que nos rodea. Los aliento a que en la medida de sus posibilidades lo experimenten, porque esto es real, la separación es solo Maya, una ilusión.