Para todos aquellos que de tanto usarlo
terminaron perdiendo el gusto...



Me gusta que te gusten tanto mis gustos,
que tu gusto también es el mío y viceversa,
eso nos gusta, nos complace el mutuo agrado,
que gustar de tus gustos se me revela muy cómodo
en el metafórico gusto con un sencillo gesto
y gustoso he de responder siempre a ellos,
antes de que siquiera pueda yo pensarlo,
habré dejado mi cara sonriente o mi pulgar alzado,
en una dual y jubilosa celebración catártica,
en la vacua celebración de nuestra etérea satisfacción,
yo siempre alimentaré tu alma con inocuos "me gusta"
para atraer tus insustanciales "me gusta",
en un cíclico y recurrente diálogo de sordos,
hermanados están para siempre tu gusto y el mío