De un momento a otro Juan le dijo a María
-Por favor, no vayas a gritar.
A ella le blanquearon los ojos y en un tono de pocos amigos le contestó:
-Por qué no quieres que grite, sabes bien que a mi me gusta gritar, sobre todo en momentos extremos como este.
-Te repito que no vayas a gritar y punto.
-Desde cuando acá me prohibes gritar, antes me lo permitías.
-Como bien dices eso era antes, ahora no se puede.
María estaba sudorosa y deseosa de gritar, la temperatura subía y también las ganas. Pese a los esfuerzos de Juan, María lanzó un grito muy fuerte que decía:
-Me vineeeeeeeeee.
En ese momento llegó el marido de María que estaba borracho durmiendo. Al ver a su esposa en la cama con Juan, sacó del cinto la pistola y los mató a los dos y luego dijo:
-Esta hija de la valiente se vino y yo me voy

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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