La diferencia de estar contigo parte 15

Carlos le platicó a su hermano la situación que hay conmigo. Él no se pudo aguatar las ganas de ver lo que dejó ir por orgulloso. Fue a la casa a ver a Matías que estaba ya muy grande y el parecido era mayor con Jaime. Después de un año nos vimos en el mismo lugar que la última vez. Todos habíamos cambiado.
-Magda – se escuchó salir de su boca.
-Cristina en un momento traerá a Matías.
-Te ves increíble – dijo Jaime.
-Tú también – le respondí. Sus músculos incrementaron. Sus orejas siguen siendo grandes, su cabello rizado, sus mejillas, todo está bien con él, pero ya no hay nada. Eso creo.
Terry llegó a la casa y se conocieron.
-Te presento, él es Jaime… Es el papá de Matías.
-Es un gusto, Jaime. Yo soy Terry Spencer – se estrecharon la mano – los dejo para que hablen – dijo Terry y se despidió de mi con un beso en la boca.
No era necesario explicar nada.
-Yo te debo una disculpa – Jaime insistía.
-No es necesario.
-Lo es. Fui un patán contigo. No debí hablarte así. Yo sé que estas iniciando una relación y eso me da gusto. Tal vez no tengo una carrera ni un trabajo bien pagado, pero junto a ti tenía todo – aquellas palabras me partieron el alma – de verdad deseo que seas muy feliz. Solo te pido que me dejes ver a Matías siempre.
-Tú serás siempre su padre, eso nunca va a cambiar y las puertas de esta casa están abiertas para ti – no tenías más palabras para expresarle.
Estuvo con Matías un par de horas y después se fue.
Aquella noche fue eterna, pensando en las palabras de Jaime. Terry dormía, pero sabía que algo pasaba.


La boda había llegado. Los invitados estaban en la iglesia, yo lucía un vestido muy costoso de una boutique exclusiva. Por supuesto que mis padres ni por enterados que me estaba casando. Ellos vivían en Italia y no tenían idea de lo que estaba pasando conmigo y no me interesaba que supieran.
El padre preguntó;
- ¿Aceptas a Terry Spencer como tu legitimo esposo?
Se escuchó un silencio infernal, David esperaba con ansias que diera el sí de una buena vez y me olvidara del policía aprovechado. Di el sí acepto, todos aplaudieron, pero yo por dentro no estaba muy contenta. En el carro, nos detuvimos en el tráfico y le pedimos al chofer que saliera del auto. Era tal el tráfico que daba igual verlo sobre la avenida.
-Yo sé que tú no estás enamorada de mí. Todas las noches piensas en él - Terry era realista.
-No me digas eso. Sabes que te amo.
-Los dos sabemos que no es así. Tú amas a Jaime. Estás conmigo para ver si podías sacar a Jaime de tu vida, pero nunca será así. Los dos tienen un hijo, sigues y seguirás enamorada de él.
Llegamos a la recepción, ya pasadas las 9 de la noche, todos los invitados nos aplaudieron al entrar y hacer nuestro primer baile.


Los días pasaban y no lograba enamorarme de Terry. Él es un buen hombre, pero siento cariño por él, solo eso.
La semana inició mal, pero se pondría peor. Yo estaba en el trabajo cuando recibí una llamada.
-Buenas tarde ¿es usted familiar de Jaime Aragón?
- ¿Quién llama? – pregunté extrañada.
-Somos de la clínica de emergencias, hablamos porque el señor Jaime Aragón recibió un disparo en el pecho y fue trasladado a esta clínica, en su trabajo nos dieron este número para comunicarnos con ustedes sobre su estado de salud.
- ¿Cómo está Jaime? – pregunté muy alterada.
-Tiene que venir para darle toda la información.
Le llamé a Carlos para que me acompañara, él era abogado y podría ayudarme con esto. El médico nos informó lo que pasó.
-El señor se encuentra bien. Dentro de lo que cabe.
- ¿Por qué dice eso? – pregunté angustiada.
-Al señor le dieron un disparo en el pecho y tenemos que sacar la bala.
- ¿Pero mi hermano estará bien? – Carlos estaba preocupado.
-Eso se los diré después de la cirugía, pero es probable que todo salga bien.

Continuará….