Nadie me aviso que un día
nacerían las violetas
parecían arder y girar
como fantasmas o planetas
su cientos de ojos amarillos
me miraban
susurraban un pequeño maullido
un estremecimiento que soplaban
al viento sus cálices púrpuras
Habían nacido la noche anterior
de súbito y quizás un poco antes de tiempo
a su lado las otras flores palidecían
se habían oscurecido los jazmines
desenroscado las rosas
los azahares se suicidaban contra el suelo
Pensé en papá que nunca me había advertido lo suficiente
en mis amigos cuyos teléfonos daban siempre ocupado
fui a escóndeme a encerrarme a acostarme
tenía un miedo de vida o de muerte
como si una guerra anduviera por ahí
Sin embargo eran tan hermosas
las escuchaba reír y cantar
las espiaba a través de las ventanas y cerraduras
las soñaba en mis sueños y en mis poesías
Las violetas murieron ahí
nunca las corté
nunca me despedí
nunca me atreví a leerles
este poema
Texto agregado el 14-10-2020, y leído por 96
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Lectores Opinan
17-10-2020
Que especial forma de contarnos tu historia de las violetas. Encontrar textos así, tan bien construidos, es una experiencia placentera. Gracias!!. Un abrazo, sheisan