a Marosa

De pronto estalló la guerra,
nada estuvo nunca tan oscuro ni tan claro
los santos que volvían de la batalla
empujados por el viento
llegaron trastabillando hasta la puerta de casa.
Papá dijo, hijos ayuden a su madre, sírvanles,
entonces mamá de atrás de las alacenas
puso la olla con los fideos y me pidió que cazara una mariposa.
Solo por que lo deseé
una mariposa apareció al instante
sentí sus alas de hilo, sus piernas de alambre
su fina gasa que me arropó
Era grande, negra, de cabeza blanca,
mamá la puso en la olla, se asó enseguida
Le dará sabor y suerte, dijo, cazame otra
y apareció otra gruesa color crema
engarzada en una hoja de menta y una cereza
La tercera fue al horno y era una gran mariposa roja
parecía de terciopelo
parecía una mujer.

Mientras servíamos la mesa vi los años venideros
y los del pasado, Mamá me pedía mariposas
el destino las pondría en mi mano.