Ayer vino de nuevo
bien la reconocí
Cruzó la puerta del palier y subió las escaleras
la gata del primero lloró como una mujer
el sexo de la pareja del segundo se heló en un abrazo
los que estábamos despiertos
quedamos con los ojos fijos
los que soñaban también la vieron
El espejo donde se miró no reflejó
cayó trizado
parecía que entraba pero no
subió a la terraza
bailó en círculos
con una sábana que sacó del tender se envolvió
buscaba algo que no encontró
entre las remeras ahorcadas en las sogas.
Se despidió con un estruendo de puertas y ventanas
que sacudió el edificio.
Volverá