La pequeña estaba muy emocionada con la llegada de sus pequeños mininos, cuidaba con mucho amor y dedicación a la madre, todos los días muy temprano la visitaba en el corral descampado que tenía en su casa le daba su comidita y siempre le decía:
- Debes estar fuerte y sana para cuando nazcan tus pequeños, mi pequeña Pelusa.
Los días pasaron y el gran día llego, nacieron tres hermosos mininos uno era plomo, el otro rayado y el último era como la madre blanco y negro.
La pequeña estaba muy emocionada y feliz porque todo había salido bien y estaban muy lindos y sanos.
Al pasar los días la pequeña estaba haciendo los preparativos para celebrar su primer mes en la familia. Todo estaba listo la torta de los mininos era de forma de pez, y cuando llegó el gran día ella fue muy emocionada con la torta en mano y oh! sorpresa que se llevó.
La madre se había llevado a todos sus mininos no sé dónde, pero no había quedado rastros de ellos solo la madre regreso. La pequeña quedo muy devastada y la tristeza la embargaba y al pasar los días ella se resignó pero exactamente al cumplir el segundo mes los tres mininos volvieron y ella se puso muy feliz.
Fin