La diferencia de estar contigo parte 13

Con 6 meses de embarazo, Jaime se apareció por la casa para verme un par de veces, pero no me animaba a decirle que tiene un gemelo y que yo sé dónde lo puede encontrar.
Los dolores del parto llegaron. En el quirófano estaba Jaime, por supuesto que mi hijo nació en un hospital privado, en dónde hay todos los servicios.
La creatura fue un niño, que conforme fue creciendo tomó todo el parecido con Jaime.
No fue un parto tan difícil, regresé pronto a casa, pero los estragos del embarazo se hicieron presentes. Mi cara estaba marcada por manchas café y el acné no dejó de salir. Subí mucho de peso, en pocas palabras, era una vaca.
Amaba a Matías que tan solo tenía semanas de nacido, Jaime lo visitaba con frecuencia, pero no podía ocultarle lo que pasaba. Quedé con Carlos para que conociera a su gemelo, aunque es algo tonto porque lo ve todos los días en el espejo. El encuentro se dio en mi casa y Jaime pensó que todo esto fue un plan malévolo mío, no entiendo por qué Jaime siempre piensa que todos estamos en su contra.
Carlos estaba en la sala esperando el encuentro, Matías estaba con la nana en su cuarto, no quería que escuchara nada, aunque no entendía no quería envolverlo en todo esto.
Jaime llegó a la casa muy puntual con un par de cosas para Matías.
-Traje un par de cosas – dijo entrando a la casa - ¿Qué te pasa? – me preguntó al verme tan tensa.
-No. Bueno si, bueno no.
- ¿Qué pasa? – preguntó poniendo sus manos en la cintura.
-Tengo algo muy importante que decirte.
- ¿De qué se trata?
-Hace un tiempo conocí a una persona. Pero no vayas a pensar mal. Es que, no sé cómo decirte.
-Pues dilo – Jaime se estaba desesperando.
-Es que hace tiempo en una reunión de la junta privada conocí a alguien como tú.
- ¿Cómo yo? ¿A qué te refieres? No te estoy entendiendo.
-Es fácil de entender – dijo Carlos al hacerse presente en la sala de mi casa.
Jaime quedó helado al ver frente a él a su gemelo.
- ¿De qué se trata esto? ¡Es una broma de muy mal gusto!
-No es una broma. Tú y yo somos gemelos.
-Por supuesto que no. Usted se parece a mí, pero nada más.
-Yo sé que parece increíble e imposible, pero es cierto. Yo te estuve buscando, pero no supe nada de ti.
- ¿Saben qué? Ustedes se han burlado de mi todo este tiempo. ¿Tú sabías y no me dijiste nada? – Jaime me reprochó.
-Yo no sabía nada – el dije – entiende, terminamos cuando yo supe de la existencia de Carlos – traté de explicarle.
- ¿Ahora hasta amigos son?
-Oye, no le hables así. Ella no tiene la culpa de nada – Carlos le reclama a Jaime
- ¿Saben qué? Me largo de aquí. Desde que llegaste a mi vida, todo es un tormento.
Me partieron sus palabras.

Continuará…