La diferencia de estar contigo parte 12

David no creía la historia del gemelo. Eran muchas emociones juntas. Lo primordial era que Jaime se enterara que estoy embarazada.
Me armé de valor y fui a su casa, toqué la puerta.
-Disculpe ¿está Jaime?
- ¿Quién lo busca?
-Soy Magda Escalante.
- ¿Es una amiga?
-Si. Amiga lejana - ¿amiga? Él tampoco habló de mí con su gente.
-Jaime no está. ¿Quiere esperarlo?
-Si.
Pasé a la casa me senté en el sillón, luego me pasé a la mesa. El señor me ofreció un café, esperé un par de horas hasta que Jaime llegó.
-Ya vine papá – dijo Jaime y cerró la puerta.
-Hijo, una amiga te espera.
-Magda ¿qué haces aquí? Perdón ¡Qué sorpresa!
-Yo los dejo solos - su papá es un hombre humilde y bueno.
-Tengo algo importante que decirte. No es necesario que te veas obligado a responder.
- ¿De qué hablas?
-Tengo tres meses de embarazo, pero cómo te dije no tienes que responder, mi hijo tendrá todo conmigo – salí de su casa.
-Espera no te vayas. ¿Por qué hasta ahora vienes a decírmelo?
-Porque la última vez que nos vimos me dijiste que no querías verme.
-Eso no es verdad. Solo quería tiempo.
-No tienes que explicarme nada. Sé que no quieres saber nada de mí, así que ya sabes dónde encontrarme – di la vuelta y me dirigía mi camioneta.
-Espera. Quédate a cenar.
Me presenté en la oficina de mi jefa apenada porque no fui capaz de hablar con Carlos Garza, pero era imposible hablar con el que yo creía era Jaime.
La panza comenzó a crecerme, fui a visitar a Carlos Garza para aclarar aquel asunto. Su oficina es amplia y muy elegante.
-Buenos días. ¿Se encuentra el licenciado Carlos Garza?
- ¿Quién lo busca? – pregunta una secretaria muy guapa.
-Magda Escalante.
- ¿Tiene una cita con él?
-En realidad no.
-Tendrá que esperar – la secretaria me indicó que me sentara en la sala de espera.
El hombre salió de su oficina 20 minutos después. Me vio en la sala y me indicó que entrara a la oficina.
-Usted y yo tenemos una plática pendiente.
-Lo sé.
- ¿Puede mostrarme la foto?
-Claro – le mostré toda una galería de fotos nuestras.
-Es impresionante.
- ¿A qué se refiere? - pregunté.
-Yo pensé que él estaba muerto.
- ¿De qué habla? ¿Sabía de su existencia?
-No exactamente. Me enteré de que yo tenía un gemelo por unas cartas que dejó mi madre antes de morir. Lo estuve buscando, pero no di con él. Qué pequeño es el mundo ¿no cree?
-Así es.
- ¿Ustedes son pareja?
-Fuimos pareja. Ahora estoy embarazada de él. Dice que no quiere verme.
- ¿A qué se debe?
- ¿Tiene tiempo?
-Por supuesto – respondió Carlos.

Continuará…