Bien podemos saber que la estupidez es sin límites; y cuanto daño puede hacerle a la humanidad la gente que lo hace adrede para hacerle el mal a la gente que la rodea, aunque no se puede hacer más daño a la gente de lo que uno mismo permite; podemos ver que hay gente que comete todo tipo de estupideces relacionadas con los temas principales relativos al conocimiento, hay gente que no estudia, que no labora honestamente y que en su increíble ignorancia genera un caos, una confusión alrededor porque son personas que no tienen un norte en la vida.

Tengamos plena seguridad que cada acto que hacemos, inclusive cada pensamiento, cada gesto, cada mirada será juzgada, y no necesitamos ni siquiera tener a ningún presidente que funja de juez, porque el gran juez en todo esto es el destino o naturaleza, como queramos llamarlo, y él se encarga de usar todas las herramientas posibles para que se haga justicia con todos los seres humanos; y para eso usa todas las herramientas posibles, y dentro de esto, está la consciencia, nadie puede engañar a la consciencia, nadie puede saltársela de ninguna manera; él la usa para que nadie se logre escapar de la felicitación o de la condena que merecemos.

Tarde o temprano nos juzgará el destino, y pueden algunos pensar que si se esconden, que, si pasa uno o dos años, ya no serán juzgados; pero no es así, el destino se encarga de juzgarnos de muchas maneras, y en esto pueden pasar muchas cosas, hay gente que llega a ser adulto mayor e incluso viven algún tiempo en esta etapa, pero eso no quiere decir que no vayan a ser juzgadas, el juicio es integral e incluye la vejez y más cosas.

No hay que burlarse del destino, porque si alguien lo hace, recibirá una condena brutal, como ya lo he explicado, el que hace esto acarreará la peor paga posible, como lo he dicho, caer en el infierno por la eternidad; y cosas como la cárcel también son sempiternas, porque no crean que la prisión es sólo aquí en la Tierra, las personas que merezcan una cárcel por la eternidad, la tendrán efectivamente, porque al desaparecer la humanidad toda, también sucederá que vivirá lo que quede del planeta para siempre, y los que merezcan estar en cárcel para siempre, quedarán así para todo el tiempo posible.

También es importante aclarar aquí un tema de la lealtad, el que una vez se declaró leal a una persona, no puede cambiarse de bando porque los otros no los recibirán, y los de su propio grupo no lo dejarán salir nunca, entonces las decisiones que tomamos nos catapultan a un éxito y a un fracaso; así estamos todos en un grupo sin posibilidad de cambiar a otro. Yo he sido ingenuo, mas nunca he sido estúpido, sólo un poco cuando fui creyente, y pues es normal que, creyendo un montón de tonterías, algo de eso se le pega a uno, pero afortunadamente hace mucho tiempo ya abandoné eso.