Y si sentenciamos todos el propio cronos,
somos ahora la suma de todos los tiempos
el mío, el suyo, tuyo, el de todos nosotros,
gentil complacencia sin ya más descanso,
desconsiderado despertador de inertes horas.
El tiempo ya no corre más a nuestro favor,
ahora su jornada avanza a contrarreloj,
viaja con pausa pero con prisa, acelerado,
fragmentado en una insana carrera sin fin
que sale y nunca llega a su deseada meta.
Frenética es esta dilatada sesión continua
que mira y ve la vida sin ver la vida pasar,
extraña la inquietud que ya no nos mueve,
perdidos todos en una paranoica obsesión
que ya ni somos capaces somos de sentir.
Parados en un infinito movimiento colérico
tiempo que se nos vuela sin haberlo visto
instantánea que ya no más nos pertenece,
un tiempo desobediente, inquieto cronos
que revierte el orden en sincopado ritmo.
Adelantados todos para llegar temprano,
mas, esa ya es otra historia, no más mía,
no quiero yo dar más cuerda a ese reloj,
la extraña sincronía circular, muda,
que vertebra la vida con la hora marcada.
Y si el tiempo no está más a nuestro favor,
alterado está nuestro muy vetusto cronos,
desobediente su singular eterno continúo
irreverente la simultaneidad de eventos,
nos hace a todos víctimas de su continuo,
paso tiempo nos reclama todas las horas.
Hemos destruido el cuerdo tiempo lineal,
la cabal secuencia lógica de las horas
y nos encadenamos a un paranoico reloj,
tan receloso como desconfiado, delirante
que nos distrae toda hora con su atracción
Hemos sentenciado nuestra propia crónica
somos ahora la suma de todos los tiempos
el mío, el suyo, tuyo, el de todos nosotros
generosa complaciencia sin más descans
a una cruel sirena electrónica condenados
Hemos perdido un tiempo sin más retorno
por un quehacer que no podemos hacer,
entre planes, proyectos y falsas profecías
esperamos a otra respuesta sin pregunta,
una nueva mirada rápida al tiempo ajeno.
Hemos abrazado la causa del progreso,
legado positivista para nuestro sosiego,
ciegos con la luz de una falaz pantalla,
impenitente sueño, esperanza tan fútil
que ha venir en el mensaje que no llega. |