H abían pasado varios días desde el escándalo cuando decidió ir a la mansión, allí supo que la señora se habia ido de viaje y no sabían cuando regresaría. Noto que no habia nadie de la familia, entonces comenzó a caminar por la casa, fueron los pasillos los que la llevaron hasta la habitación de Lili.
Un escalofrío corrió por su cuerpo.
Quedo impresionada ante la particular decoración de su cuarto. cuadros y fotos del difunto en las paredes, en la mesa de luz, en la cómoda, su voz aniñada comenzó a describir una por una las fotografías. Una le llamo la atención, a la que le explico que había sido tomada en la cabaña que está del otro lado del lago, lugar donde acostumbraban a encontrarse. Pero fue aún peor cuando la joven abrió el placar, allí se encontraba toda la ropa del esposo. Un abrigo, a lo que pregunto.
- ¿Y este abrigo?
-Así lo conocí, lo traía cuando llego aquí
Julia no dijo nada, solo se quedó seria
- ¿Sabes? él es mi amor, mira esta es su camisa preferida, si hasta huele a él, ¡siente!¡ siente! como huele
Julia titubeo antes de agarrarla, la joven insistía con la mirada, la tomo lentamente y olio la prenda. Efectivamente, parecía como si recién se la hubieran sacado, tenía el perfume, olio profundamente con los ojos cerrados. -camino por la habitación, y dijo.
-Tus tomas whiskies Lili, te vi comprando uno.
-Es su whiskies preferido, los dos lo tomamos.
-Mira, y me llevarías a conocer la cabaña.
-No, de ninguna manera, eso sí que no-dijo muy nerviosa parecía como si estuviera por agarrarle un ataque, porque se refregaba las manos cada vez más fuerte
- ¡Y porque no! - dijo increpándola.
- ¡Vete julia vete! -la miraba como extraviada, casi la empujo y la saco de la habitación.
Ese día julia se fue, pero ya nada era igual, con su esposo estaban distanciados después de la discusión, ella trataba de evitarlo, atendía los niños, se encerraba en su cuarto, o se iba a la estación y se sentaba en el andén recordando el día que llego al pueblo.
Después de lo que vio en el dormitorio de Lili, decidió seguirla, sospechaba que algo ocultaba es por eso que sabía que pasaría por el bosque, ya que era paso obligado para llegar a cualquier lugar que fuera. *
Se encontraba dentro de su auto, cuando de pronto lo vio, era su esposo que seguramente la siguió.
- ¿Ahora también te dedicas a seguir a la gente?
- ¿Qué estás diciendo?¡ Déjame en paz!
- ¡Vamos a casa! ¡Ahora! - tomandola de un brazo la obligo a bajar de su auto y subiéndola al suyo se la llevo.
No muy lejos de allí el pordiosero observaba la escena.
Los días transcurrieron, su relación con su esposo era de lo peor, parecía mentira, pero de un momento a otro se transformaron en dos extraños. Ya nada quedaba por hacer, entonces, tomó una decisión, salió de su casa muy angustiada hasta llegar a la finca.
Como de costumbre debió esperar que el mayordomo la anunciara, pudo más su ansiedad y se dirigió a la habitación de Lili.
Allí estaba la muchacha, con su aspecto aniñado, su mirada que parecía no entender la realidad, tan frágil, pensó que tan solo con una palabra podía derrumbarla, sería tan fácil hacerlo ¿Pero le serviría de algo? No quizás no, quizás Lili jamás le diría nada.
Julia Iriarte ya estaba jugada, no podía seguir viviendo entre tanta hipocresía, solo quería saber la verdad.
Acercándose a la muchacha dijo,
-Mira Lili, ¿Tú sabes quién soy?
-Tú eres Julia Iriarte mi amiga.
-No, yo no soy tu amiga…
- ¿Porque dices eso?
- ¡Tú y yo no podemos ser amigas jamás!
-No te entiendo amiga…
-Voy a contarte algo Lili, yo soy la esposa del Señor Ordoñez, a ti te engañaron, bueno al menos eso creo, o acaso tú lo sabías.
Nuestra protagonista hablaba pausada, no debía perder la calma si quería llegar a buen puerto.
- ¡No! ¿Qué dices Julia, que cosas dices?
- ¿De verdad tu no lo sabías? Que le hicieron a mi marido, que fue lo que le paso.
- ¡Ándate, Julia me estas poniendo nerviosa, ¡me estoy poniendo mal!
Comenzó a empujar a Julia pegándole en el pecho.
- ¡Ándate no quiero verte, fuera!
Entonces si Julia perdió la paciencia y tomándola de los cabellos la saco de la habitación
-Maldita perra, dime que le hicieron a mi marido, porque tú de loca no tienes nada,
--¡Te voy a matar Julia, Te mato! -la mirada de Lili estaba totalmente perdida ?Comenzó a pegarle, la tiro al piso y su fuerza era tal que Julia no podía defenderse.
Llegaron los de seguridad y toda la familia. Las separaron como pudieron, Lili estaba fuera de sí. El rostro de Julia era patético, sangraba su nariz y su boca.
-¡Julia es mejor que te vayas! -le dijo Catalina ¡Vete por favor, estas en serios problemas!
- ¿Que paso? - pregunto Andrés
- ¡Yo soy la esposa de Ordoñez!
Los dos hermanos se miraron
- ¡Vete Julia, vete lo más lejos posible! -decía Catalina muy angustiada.
-Mi hermana tiene razón, si yo estuviera en tus zapatos me borraría del mapa.
Julia llego a su casa, sabia lo que le esperaba
-Él estaba sentado en su escritorio, lo sabía todo, ya no la miraba como lo hacía siempre, la expresión de su rostro demandaba una explicación.
-Pasaste los límites de la cordura -fue la frase más espantosa que jamás creyó escuchar de él.
-Ya te contaron, era obvio -estaba parada frente a él y no lo miraba,
-Sabes, hace tiempo que debería haberte hecho ver por un especialista, tú no estás bien.
La trataba de enferma, eso era para el
- ¿Eso es lo que tienes que decir? ¡Soy la esposa de Ordoñez! ¡Te mentí! y no me preguntas ¿No quieres saber?
No quería saber más, estaba claro que para Michel, ella estaba enferma y lo ponía ante una situación que lo perjudicaba en su trabajo -
-Julia tú no estás bien, solo en tu imaginación puede existir una cosa así,
Y se marchó, dejándola en la incertidumbre, golpeo la pared tantas veces en su desesperación, ahora si ella no tenía a nadie.
La mañana olía a café caliente de los que prepara Doña Coca, la humedad volvía el aire pesado, pero a la vez estaba fresco y eso a Julia la molestaba, se encontraba sentada en el jardín cubriendo su espalda con una manta, pensaba que sería de ella, por ahora estaba allí, pero seguramente no le quedaba mucho tiempo, ya que ella había pasado a ser una extraña en tan pocas horas para Michel.
Escucho hablar a su esposo por teléfono, el hombre había recibido una mala noticias lo escuchaba nervioso.
Se acerco a ella y lo dijo
-Lili Colman se suicidó.
Ni siquiera se impresiono, ya todo daba igual, cualquier cosa se podía esperar. Vio como la figura de su esposo se alejaba, entonces, sintió que estaba en serios problemas y a la vez que ella no tenía la culpa de lo sucedido, todo fue siempre muy extraño, seguramente había algo más de lo que se decía, como todo allí en aquel pueblo infernal.
Más tarde cuando llego Michel, ella continuaba en la sala, no se había movido ningún momento de allí, había quedado en el lugar sin saber cuánto tiempo había pasado.
-He tomado la decisión de internarte, mentalmente no estás bien.
-No me crees, soy la esposa de Ordoñez, quiero saber que le paso a mi marido.
-Te amo mujer, y quiero lo mejor para ti, es por eso que necesitas ayuda.
Él se marchó, supo que ahora ya no sabría la verdad, lo que había esperado tanto tiempo. Estaba en peligro, que sería de ella internada en un psiquiátrico.
Pero esto no seria todo, Julia supo que era su final cuando recibió la noticia, el señor Colman se dirigía a su casa tras la trágica muerte de su hija y volcó en la carretera perdiendo su vida. Todo sucedió así repentinamente, todo junto, una seguidilla de acontecimientos y la figura de Julia en un escenario poco prometedor,
Michel se encontraba acompañando a la familia. En el pueblo no se hacía otra cosa que hablar de lo sucedido.
Julia se dio cuenta que estaba en la mira de los Colman.
Por la noche le quedaba claro que la internarían, o valla a saber que harían con ella, cuándo alguien golpeo la puerta, alguien, que vino por ella.
Final de la primera temporada.
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