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Inicio / Cuenteros Locales / fabiangs7 / Las palomas de la iglesia

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El padre Eliseo daba su misa dominical como de costumbre, de un momento a otro el cura sintió algo que resbalaba en su cabeza despoblada, los asistentes quedaron atónitos, algunos lo interpretaron como una señal del espíritu santo y otros feligreses disimularon su risa. El padre Eliseo, se puso rojo de la ira porque estaba harto de todas las palomas, sobre todo de una en especial ya que hacía ruido todo el tiempo y a veces en la noche no le dejaba conciliar el sueño.

La bandada estaba compuesta por veinte ejemplares, que revoloteaban y se posaban en lo alto de los árboles, aunque pasaban gran parte del tiempo en el suelo alimentándose de semillas e insectos. Un día, llegó una paloma de plumaje gris violáceo, el cuello verde bronceado en escamas y una franja blanca en la nuca; un hermoso ejemplar. Las aves estaban impresionadas con el nuevo visitante. La gente que pasaba por allí y les daba de comer, escuchaban que la paloma nueva, tenía una voz muy sonora, pero lo que las personas escuchaban como “canto de paloma”, era el idioma de estas.

Con el pecho alzado, la paloma fanfarrona, les hablaba a las demás de los sitios que conocía, de la variedad de semillas que había comido, de las fuentes de agua en la que había bebido, de las esculturas prodigiosas donde se había posado. Todo esto lo decía con un alarde de erudición y énfasis.

Al principio, las aves quedaban absortas de tanta maravilla, pero con el tiempo todas se dieron cuenta, que esta paloma hablaba mucho, pero decía poco, sólo se expresaba con arrogancia y vanidad.

Conversaba o arrullaba tanto, que las palomas de tanta cháchara, se adormecían, y para mantenerse despiertas, tomaban mucha agua. Pero sucede que cuando una paloma toma por alguna razón demasiado líquido, la consecuencia es la …. “diarrea”. Aquella masa homogénea, se le veía por todas partes.

En la noche las palomas dormía en la iglesia y sus compañeras le decían: -Cállate ya, un día de estos el padre Eliseo hará un caldo de palomo contigo, o lo que es peor, con tanta bulla nos delatarás ante las aves de rapiña.

La paloma charlatana y orgullosa, hizo caso omiso de los consejos; cuando de pronto, una noche; todas las palomas revolotearon alborotadas ante la presencia del halcón peregrino, el fin de la paloma fanfarrona había llegado.

Las palomas de la iglesia volvieron a relajarse, el padre Eliseo, siguió repartiendo tranquilamente sus ostias, la iglesia del pueblo regresó una vez más a la normalidad de un día cualquiera en el pueblo llamado “El Encanto”.

Texto agregado el 23-09-2020, y leído por 97 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
23-09-2020 Un cuento con gracia y lección incluída. MujerDiosa
 
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