L lego el día de la fiesta. Julia lucia bellísima. Sus cabellos castaños los llevaba recogidos marcando las líneas de su rostro. Sus ojos muy maquillados los hacían aún más atractivos. Para finalizar un vestido negro cenia las curvas de su cuerpo. Su esposo y los niños la esperaban en el cuarto de estar, se sorprendieron al verla tan elegante.
-Guau, que linda-dijo Tomi
-Si es verdad esta hermosa Julia-asintió Michel- voy a presumir con mi esposa en la fiesta.
-Bueno mis amores, no creo que sea para tanto, de todas maneras, gracias por tantos cumplidos, me hace bien que me mimen. Saben que no he estado bien, les pido disculpas si los lastimé… no volverá a suceder.
-Con tanta belleza mi amor esta todo olvidado-dijo Michel-Vamos que la fiesta está por empezar.
La fiesta era al aire libre. Desfile de carrozas, baile, juegos, almuerzo, y elección de la reina de la región al anochecer.
Caminaban entre la multitud. Saludando pasaron por todos los personajes del pueblo; Elenita, la peluquera, Amalia, la mesera del restaurante, Don Cayetano, el dueño del bar, y tantos otros, hasta que de pronto su esposo le dijo,
-Allí está la familia Colman. Ven, te los voy a presentar. Ellos tienen que conocer a mi esposa.
Julia tembló. Lo que había esperado tanto tiempo, llegar a la familia.
-Señor Colman, señora-dijo Michel con una sonrisa ? le presento a mi familia,
Mi esposa Julia Iriarte, y mis hijos Gisela y Tomi.
-¡Oh que bellos son!-dijo la mujer, de aspecto dura y altanera- Encantada señora Preshe, su esposo nos habló mucho de usted.
-Es un gusto para mí, señora Colman-contesto Julia, tímidamente.
-¡Que bella mujer tienes Michel! deberías habérmela presentado antes-largando una carcajada, dijo el hombre-¡La tenías escondida eh!
-Gracias señor, es usted muy amable ?dijo Julia, más molesta aún, ese hombre la ponía mal. Era soberbio y descarado, ya no le gustaba.
-Es usted muy amable….-antes de que pudiera decir algo más, don Aurelio Colman interrumpió a Michel diciendo.
-Mira Michel, los invito mañana a almorzar a la finca, quiero que pasemos el día junto con tu familia-y miró a Julia y sonriéndole-La espero señora.
-Lo haremos señor, cuente con nuestra presencia-dijo Michel
-Bingo pensó Julia- Esto era lo que quería, llegar a la casa Colman, entonces sonrió.
Continuaron su camino por la fiesta. Observaron una por una las carrozas. Los niños estaban maravillados
-Ahora son más grandes y entienden. Pueden disfrutar de la fiesta-comento Julia.
En el lugar donde se realizaban los juegos, les llamó la atención una joven. Intentaba acertar con unas flechas unos globos que estaban en un panel. Tenía un aspecto un tanto especial, de cabellos rojizos cortos y despeinados, la boca pintada de rojo y los ojos sombreados de azul, calzas negras y si a eso le agregamos algunas copas de más, pese a que era temprano, era todo un espectáculo. Estaba enojada porque no acertaba una.
- ¡A vos te parece! esta porquería ¡es una estafa! Yo quiero ese muñequito y si no acierto no me lo dan ¡Cuánto vale! ¡Cuánto vale! Yo pago Yo pago, ¡¡¡ Yo tengo plataaaa!!! - sus gritos despertaron la curiosidad de todos - Haber vos si podes-le dijo a Julia- haber, inténtalo vos, haber aceme el favor, yo quiero el muñequito…
Julia intento, pero fue inútil, no acertó.
-A todo esto, Michel, cabeza gacha, no sabía qué hacer. Finalmente tomo el celular e hizo un llamado, mientras Julia trataba de calmarla.
- ¿Cómo te llamas? -preguntó la mujer-
-Julia…me llamo Julia. -mientras los curiosos disfrutaban semejante papelón.
-¡A pues, yo soy¡ ¡Catalina Colman! y tengo mucha plata y no puedo tener ese muñeco, porque no puedo acertar esta flecha de mierda en el globito ese, a vos te parece, como …como me dijiste que te llamas…
Entonces llegaron dos hombres jóvenes y se la llevaron. Ella continuaba gritando, el espectáculo era patético. Julia disfrutaba y pensaba.
-Así que Catalina Colman, ya nos veremos-y sonrió, parecía que ese día se estaba encontrando con toda la familia
- ¿Quién eran esos hombres? ¡Pobre mujer! ? pregunto a su esposo
-Sus hermanos, ella es Catalina Colman.
- Si lo dijo, es alcohólica
-Tiene algunos problemas. ?como si Michel quisiera poner paños fríos al asunto, contesto vagamente.
- ¿Algunos? creo que a la familia no le va muy bien con sus hijos, otra que no pueden sacar a la calle.
- ¿Porque lo decís? ¡Qué sabes! -sorprendido Michel-
-Ah bueno, vi a una joven en el centro muy rara, pregunté y me dijeron que era la hija enferma de los Colman.
-Es así, pero mejor sigamos con los nuestro.
Buscaban un lugar donde sentarse. Entonces, vino don Colman y les dijo que comerían con ellos y así fue que compartieron la mesa con la familia.
-Señora julia, le presento a mi hijo mayor Claudio
-Señora-tomo su mano, pedante y soberbio, muy parecido a su padre.
-Y este es mi hijo Andrés, el menor de todos, mis hijas quedaron en la finca, no es así hijos
A lo que los hijos contestaron con un sí rotundo. Estaban mintiendo, no hace mucho habían sacado de allí a Catalina.
-Señora julia-dijo Andrés-Bienvenida a la familia.
-El gusto es mío, voy a disfrutar mucho de esta amistad, se lo puedo asegurar, gracias.
Y así compartieron la fiesta y el almuerzo, don Aurelio saco a julia a bailar ni bien empezó la música. A ella le molestaba ese viejo altanero que se llevaba el mundo por delante, pero lo soporto, luego lo hizo con Andrés, mientras Claudio miraba con una sonrisa irónica y eso le repugnaba.
Comprobó que a esta familia le sobraban los problemas con sus hijos, tal como se lo había descripto la peluquera. Andrés no le parecía malo, pero lo poco que hablo con él se dio cuenta de que era una persona que no se comprometía con nada. Su hermano Claudio era muy ambicioso y las dos mujeres una peor que la otra.
Había sido un día interesante. Llego a su casa satisfecha. No creyó que en esa fiesta pudiera lograr tanto, solo esperaba el día siguiente.
Continuará
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