Duerme en mi plaza
mujer de los paisajes
una mendiga de indescifrable edad
ocupa el banco
de todos los crepúsculos
con pies de hierro
y listones de nogal
A veces yendo
a oxigenar mi hoguera
me siento
a compartir su soledad
enciendo un cigarrillo
y sin un gesto
lo extiendo hacia su mano
de esperar
gira... desciende
lo toma y mientras ríe
alfombra con sus flores
milenarias
la tonta pubertad de mi ciudad.
Vuelve a su estadio de seres insondables
desmaya su mirada
hacia la gente
y otea el entorno
difuso entre los árboles
tratando de alcanzar
lo que hay detrás...
quizás un antes
tal vez una salida
un sueño en esta ruina circular.
Allí...
buscando de su voz una caricia
mi esencia que es curiosa
le barrunta
“Yo pienso que esta tarde volverá”
y escucho
que sus labios me responden
“La luna entre sus flecos lo traerá”
Regresa luego
a su mundo diferente
se pierde
con el humo al inhalar
y me quedo cautivo en su paisaje
sabiendo que el milagro viene ya.
Texto agregado el 22-09-2020, y leído por 509
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Lectores Opinan
16-11-2020
Me dejas tan impresionada con tu poema.
Eres poseedor de un estilo demasiado bello..
Imagino el humo del cigarrillo y ese personaje que describes.Cierro lo ojos e imagino toda la belleza que plasmas.
Grande amigo******
Beso
Victoria 6236013
14-10-2020
En el devenir de un alma acongojada, surge la esperanzadora sabiduría milenaria de una vida que imagina surge de aquella estatua. Me encantó todo el paisaje que dibujan tus palabras. Saludos! Mitsy
Este poema es maravilloso con esas metáforas y ese ambiente melancólico que es propio de la esperanza de los desposeídos, que al repuntar el alba, renace ese deseo inextrucable que es el condimento que atrae a ese compañero que aparece tras el humo del cigarrillo. Un abrazo grande. guidos