La diferencia de estar contigo parte 10

Cansada estaba en mi cama. Me dolía la cabeza, tenía vómito y no tenía hambre. Me sentía terrible así que fui al médico quién me indicó unos estudios para verificar que todo está bien. La noticia que me dio, no me lo esperaba.
- ¿Qué me pasa?
-Nada – respondió el médico.
-Pero no me siento bien ¿Qué me pasa?
-Es simple, estás embarazada – esas palabras me dejaron paralizada - ¿estás bien? – preguntó el médico.
-No. Bueno sí. Terminé con Jaime.
-Eso lo lamento. Debes cuidarte.
Salí del consultorio pálida todo me daba vueltas. Me fui directamente a mi casa, me tomé la tarde libre ¿ahora cómo le iba a decir a Jaime que estoy embarazada? Era claro, él no quería verme, ya no quería nada conmigo.
Aquella semana fue muy difícil, primero termino con Jaime, luego me entero que estoy embarazada pero lo que venía superó todo.
El jueves en la tarde antes de irme a casa mi jefa me pidió un favor.
-Necesito pedirte algo.
-Lo que sea – le respondí.
-Necesito que mañana en la noche vayas a la cena de la junta privada, yo no puedo, mi madre está delicada de salud.
- ¿Qué tengo que hacer?
-Ir a la cena, es importante. Hay un licenciado con el que tenemos que hacer negocios. Ellos nos darás el recurso para el próximo año.
-Está bien ¿Cómo se llama ese licenciado?
-Carlos Garza.
El lugar era bastante grande y se encontraban personas que yo conocía y otros no. Las únicas dos personas que conocía no se sentaron en mi mesa. Yo iba bastante deprimida por lo de Jaime y el embarazo. El mesero me sentó en la mesa equivocada.
- ¿Licenciada Escalante?
- ¿Sí?
- ¿Se acuerda de mí? Soy Bruno Medina, socio de su jefa.
-Claro que lo recuerdo ¡cuánto tiempo!
-Disculpe – dijo el mesero – esta no es su mesa.
- ¿Perdón? – pregunté confundida.
-Su mesa es aquella – el mesero me pidió que me cambiara de mesa.
-Espera déjala aquí – recomendó Bruno.
-Están enumerados los lugares – respondió el mesero.
-No se preocupe. En un rato regreso a conversar con usted – me levanté de la mesa y me dirigí a la que me correspondía. Mi sorpresa fue, al sentarme enfrente de mi estaba Jaime.
Continuará…