VIEJOS Y VIEJAS
En Socotá, el diciembre es sinónimo de alegría, de derroche, de entusiasmo, de felicidad, de música, de parranda, de disfraces y por eso, hay un disfraz muy interesante, que es el de “los viejos y viejas”, qué con cariño, las personas se disfrazan, para hacerle un homenaje a las personas mayores y con ello, también de divertirse.
El disfraz, consiste en que una persona o pareja, se colocan una vestimenta, hecha con ropa vieja, con bastante uso y encima le ponen remiendos de colores o cintas y apliques, tanto en la camisa como en el pantalón o la falda, según sea el caso y una pañoleta arrugada o un sombrero viejo y una máscara que le sobresalen las arrugas, que lo hacen parecer como un anciano o anciana abandonados, complementado con una vara o cañabrava de unos dos metros de largo, con el que le van dando garrote a quien los moleste.
Los viejos y viejas o adultos mayores o de la tercera edad, como se conoce en Colombia, a las personas que sobrepasan los sesenta y cinco años de edad y que en Socotá con amor les dicen viejitos, porque de alguna manera, son personas frágiles, de alta dependencia por su pérdida de la salud física y mental, y qué muchas veces por su abandono familiar se convierte en un problema social.
Pero, por otro lado, también los viejitos y viejitas, son símbolo de sabiduría, de prestigio, son los maestros, que enseñan con su ejemplo y trasmiten conocimiento verbal a su familia y amigos.
Algunos, son llevados a centros geriátricos reconocidos, pero la mayoría, el municipio es el que los acoge en el ancianato, les da comida y dormida y los cuida, como personas importantes que fueron para la sociedad.
El Ministerio de Salud y Protección Social, en su condición de rector de la política colombiana de envejecimiento humano y vejez, estableció el 24 de agosto para celebrarles el día en Colombia, a los 6,5 millones de personas que están en esta condición, equivalente a un 12.5%. Igualmente expidió normas para proteger a los viejitos y viejitas, de tal forma que sean atendidos y no sean abandonados por sus familiares
El grado de la vejez depende de lo bien que la haya ido en la vida, de su cuidado personal, de su alimentación, de la forma de vida que llevo en su juventud, del deporte, del abuso del cigarrillo, del alcohol, de la marihuana, de la cocaína y demás drogas que haya podido consumir.