Despierto, casi todos los días, pensando que tu abandono fue solo un mal sueño. Ese efímero momento cuando abro los ojos y mi realidad se me hace consciente. Ese breve momento dónde aún me encuentro entre el sueño y la cama, dónde aún creo que despertaré y estarás a mi lado en nuestra cama, me tomarás de la mano bajo las colchas y te daré un beso de buenos días; ese breve momento me duele cada día.

Aún me duele que no me hayas amado lo suficiente para darle una oportunidad a nuestro amor.
Ésa fue la diferencia entre tu y yo: yo por ti había esperado una vida entera.

@Innsbruck, Austria