La arcaica opaca mente en añoranza
Revive instantes magnos con recuerdos
En tanto el alma impía se complace
Con aquello, lo importante, lo evidente

El marchito corazón en escrutinio
No acierta a definir lo relegado
En tanto el alma quieta, goza libre
Percibiendo lo incorpóreo, lo primario.

El decadente y viejo cuerpo degradado
Protesta ante el deslustre por los años
En tanto el alma cómplice sonroja
Por el malverso de recursos en potencia

La infructuosa existencia en el ocaso
No entiende de elecciones malogradas
En tanto el alma yerma busca alivio
Escrutando en el baúl lo rescatable

Razones hay de sobra como excusa
La vida cobra caro las afrentas
Por más que el alejarse sea sensato
El ánimo no entiende de evidencias

Mi nuevo viejo amor trepida fuerte
El corazón desboca, mente en vuelo
En tanto el alma en diario desvarío
Permanece ilusamente en el hubiera.