Despareja pero a conciencia se cocina la rutina, reafirmando de ese modo que sí existe por más que tantas veces la has negado.
Si pudieras arrancarías de raíz la realidad, pero seguirás injertándole las amputaciones de otras. Entonces hay que cortar.
Bendita la coherencia de morir como nadie esperaba, sorprendentemente, viviendo a destajo.
Maldita la coherencia que acorrala en absurdos laberintos de libre albedrío prefabricado, los futuros, alguna acotada regalía y la piedad. Sí, la piedad.
Perversión la guirnalda y el veneno al final del primitivo recorrido y el que reconforte esa fachada a las gargantas doloridas de anudarse verdades que anulan.
Desmembrando el delirio con solidaridad patológica rasgo los oídos y…
- Gusta Usted, señora, katana-katana?
Pero claro, es violencia, necesaria, tenía que pasar. Y se silencia el buzón de vos (pena), de vos que te quise tanto.