Para Ma. Lupe. Gracias por iluminar nuestra vida con tu existencia.
Tus alas
frágiles
a veces
se tornaban
de papel
y era húmedo
el pantano.
Tus alas
a veces
pesaban
más que
tú mismo,
y te rodeó
la espera.
Yo te oí
preguntar
una y otra vez
por el sitio
de los sueños
y te vi volver
a amar
antes de
retornar
al impulso.
Ciertamente
yo no sé
sí realmente
estén tus pies
sobre la tierra,
pero sé que
tus alas
grandiosas
a veces fueron
raíces
abriendo
la esencia
vital del mundo.
Texto agregado el 01-09-2020, y leído por 183
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