EL DIABLO, EL DISFRAZ MÁS REPRESENTATIVO EN EL AGUINALDO SOCOTENSE
Como todos los años, en las festividades decembrinas, del 16 al 24, siempre aparece el diablo, no importa de qué vereda venga o de que barrio salga.
Lo cierto es que aparece, por todas las calles, corriendo y castigando a quien se le atraviese, con un rejo o un fuete, que en uno de los extremos tiene una vejiga de vaca inflada, con la cual hace más escandaloso el castigo.
Es un personaje que gruña, asustando a los transeúntes y castigándolos; lleva un vestido totalmente colorido, con una máscara con figuras de animales horribles y un cucurucho, qué de su punta, salen unas cintas muy llamativas, por su colorido.
Este disfraz viene de antaño, más que representar al mal, es símbolo de distracción, y es tan querido por los socotenses, que hasta en las novenas se aparece, y no está vetado por los sacerdotes, por lo contrario, se invita a que asista a las celebraciones religiosas de diciembre.
Aunque el diablo es un enemigo de Dios, hay creyentes que relacionan al diablo con todo lo malo que hay dentro del ser humano, por eso es que, al diablo, se le ha convertido en símbolo de todo lo malo y cuando necesitamos expresarnos sobre el diablo, lo llamamos también Satanás, Lucifer o Belcebú y, seamos creyentes o no, siempre lo relacionamos, con los sentimientos más negativos que pueda tener el ser humano.
|