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La diferencia de estar contigo parte 6
La cita comenzó con un beso en la mejilla, nos sentamos en una mesa lejos de la entrada. Nos llevaron chocolate y churros. Eran pasadas las 6 de la tarde. Él vestía un convencional pantalón de mezclilla con suéter en color negro. Los tenis estaban percudidos, si David lo ve, conociéndolo cómo es, se vomita.
Aquel día de su boca salieron cosas muy importantes.
- ¿A qué te dedicas? preguntó.
-Soy subdirectora de una universidad pero no especifiqué que es una universidad privada de prestigio ni le hablé de mis grados ni nada de eso.
-Esa debe ser una gran responsabilidad dijo mientras le daba un sorbo al chocolate.
-Si algo teníamos que hablar de él y dime ¿en la plaza los cambian seguido de pasillo?
-Sí, nuestro coordinador nos cambia de pasillo por semana, aunque a veces a mí me ha tocado estar en diferentes pasillos durante una semana.
- ¿Trabajas toda la semana?
-Si. De lunes a domingo, pero los jueves salgo a las 4 de la tarde. Regreso a casa temprano para ver a papá. Vivo con él.
- ¿Tienes hermanos?
-Si. Tengo dos uno es arquitecto y el otro estudia contaduría. Yo no terminé la preparatoria. Tuve que trabajar desde joven porque mi mamá murió de cirrosis hepática. Yo veo por mi familia.
Me sentí terrible al escucharlo hablar. ¿Cómo demonios yo le iba a decir que estudié un grado en Madrid o que hablo dos idiomas y que mis padres viajan por el mundo por la joyería?
Aquella nobleza me partió el corazón.
- ¿Qué hay de ti? esa pregunta no era la correcta.
-Pues soy soltera decidí sacar mis inseguridades antes de que se enterara de eso Siempre he sido soltera no sabía lo que decía Pasé la mayor parte de mi infancia y adolescencia llena de granos en la cara, me encorvé en algún momento de mi vida. Soy todo un partido - Aquel joven policía se quedó callado. Pobre de mí.
-El día del asalto ¿fuiste a sacar dinero?
-Si. El cajero estaba a reventar y no pensaba formarme en la fila. Soy muy desesperada.
- ¿Cómo se llama tu amigo?
-David Burgos, tiene 4 años más que yo.
-Se ve simpático.
-Lo es claro. Mientras no vea su lado irónico y sarcástico
Salimos de la cafetería y caminamos sobre la calle. Ya era tarde y de nuevo salieron preguntas.
- ¿Por qué eres soltera, si eres una maravillosa mujer? ¿De verdad eso estaba preguntando?
- ¿Quién se va a fijar en una gorda como yo? le dije. Mi inseguridad puede más que cualquier romanticismo.
- ¿Qué dices? Eres grandiosa. El poco tiempo que te he conocido creo que eres una gran mujer ¿qué me estaba diciendo?
-Para nada. Mírame. Nadie daría ni un peso por mí. Soy gorda, fea, uso gafas, tengo una horrible joroba y mi cara está marcada por el acné. Nunca he lucido un bikini y mucho menos
. estaba a nada decir que conservo mi virginidad en su lugar.
-Para mí eres excepcional Jaime se agachó para encontrar mi horrible cara.
Poco a poco se acercó a mí y me besó. Yo no supe cómo mover la boca, nunca me habían besado. Qué terrible.
Lo miré angustiada. Él me miró sin decir nada. Me tomó de la mano y nos fuimos caminando por la calle. Ha sido el día más feliz de mi vida.
Continuará
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Texto agregado el 22-08-2020, y leído por 67
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