Anoche estuve pensando en un mágico lugar,
el único de la tierra donde te pudiera olvidar,
Y se me ocurrió el horizonte, ¡Si acaso pudiera llegar!
Es el sitio más perfecto, para dejarte de extrañar.

Ahí, donde el sol y el mar se juntan, mis heridas sanaré,
y la blanca arena quedará bañada de ilusión,
ilusionada y triste, como alguna vez el corazón
que se aleja de esos sueños, que no quiere más dolor.

Sin pensarlo de repente, he comenzado a recordar
y se vienen a mi mente, mil y un momentos... ¡Esta historia sin final!
Me enojo y desespero porque conmigo no estás
porque en mí nunca encontraste a ese ser al cual amar
y yo toda me entregué, hasta más no poder dar.

¿Dónde estarás ahora?, ¿Me escucharás pensar?
Hay tantas cosas, aquí dentro por decirte...
¡Qué darían mis labios por una vez más sentirte!
¡Qué daría mi cuerpo por un abrazo más!

¡Calla! ¡Calla que es sólo el alma que lo cree!
Aún sigue confundida, más bien ciega por no ver
que tus ojos son mentiras imposibles de entender
y tus palabras son trampas de esperanza, barreras por vencer.

El sol comienza a ocultarse, ¡Ya gasté una tarde más!
siento por todos lados tu ausencia y escucho a mis ojos llorar
Espero paciente un consuelo, una caricia o tocar tu piel
Seré fuerte y me alejaré, aunque por dentro a ti seguiré siendo fiel.