No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio.
Jorge Manrique
Le he querido cobrar al tiempo una respuesta,
una viable emoción que me convenza,
mirar lo que vendrá para seguir adelante,
tal vez por la mañana o tal vez más tarde,
cotidiano que me seduzca o me convenza,
perfecta traducción entre el sí y la ciencia,
obligada la respuesta cartesiana, racional.
Me he comprado precavido la respuesta,
la debida contraargumentación necesaria,
el sereno conforto para mis horas bajas,
un no que no sirve como réplica, pero me responde,
un apacible cerrar de ojos, un nuevo sentido
para la mentira que es vivir el sueño sin sueño.
Hastiado le he comprado un abrigo a mi alma dormida,
una impuesta letargia, una atractiva retaguardia
no quiero más avivar el seso, ni el despertar,
placentero estoy en una visionaria ensoñación,
traducción personal de esta errática jornada
que es el vivir sin más respuesta que el tiempo.
He de declararme todas mis pertenencias,
quiero vivir libre de tributos, un yo sincero,
no quiero dar la vuelta sin siquiera haber llegado,
sin engaños, sin más gentiles adjetivos
que apaguen la memoria por una incierta gloria,
efímera lisonja que esconde la verdad sincera.
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