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Inicio / Cuenteros Locales / MujerDiosa / “El Bandoneón y yo”

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Lo vi en un rincón, junto a jarrones y fotos. Estaba casi acurrucado entre los objetos. Pasaron varios días, y sin faltar uno, lo miraba al pasar, casi de reojo.
Una noche me animé y como estaba de visita en la casa, pregunté si a alguien molestaba que lo tomara entre mis brazos para probarlo. Dijeron que no había problema alguno, así que de pura curiosa lo agarré, me sorprendió que fuese liviano; al verlo una podía suponer que pesaba bastante más.
¡Era tan hermoso!, pequeño y antiguo, fileteado de oro reluciente sobre el negro noche del fondo, y con esa pátina sugerente, especial, como sólo los buenos años pueden otorgar.
Tenía como cierto aura, no sé, se sentía muy hondo. Me senté con él sobre mi falda, y así apoyado, probé con alguna timidez los botones de nácar; tenía hileras de ellos, por delante, por detrás. Pensaba que era una caradura, que cómo iba a pretender sacar algún sonido de un instrumento como ése, casi sagrado para el tango. Apenas recordaba mis años de piano, y las notas hacía tiempo que se me antojaban jeroglíficos.
Y sin embargo.
Y sin embargo, en cuanto lo agarré entre las manos, y me animé un poco, fue como si nos hubiésemos conocido de hace tiempo, el reencuentro de dos amigos, de una sola alma.
Fui una con él, me enseñó a escuchar, me envolvió por completo con sus sonidos y en su Silencio.
Permitió que mi cuerpo se amoldara a él y me acompañó. Me dí cuenta lo femenino que es, era una misma esencia la que nos unía, sentía su pasión vibrar en mí, no podía creer que ya de entrada, pudiera arrancar de su corazón de barrio esas notas vigorosas, y aquellas otras sutiles y tiernas como las de un violín. Por si fuera poco, descubrí entonces el fuelle, ese que respira a través de una, y saca todavía sonidos más potentes, diversos, magníficos. Estaba en éxtasis, como si me encontrara meditando, dejaron de existir los demás, el lugar, todo; sólo existíamos el bandoneón y yo; mi cuerpo se ondulaba insinuante al compás que marcaba, dentro de un ritmo sugerido, sinuoso y mágico.
Supe que era sólo para ser tocado por gente apasionada, tan fuertemente apasionada como él.
Luego de ya no sé cuánto tiempo, y teniendo todavía mis ojos cerrados dejé de tocarlo.

Al abrirlos, me dí cuenta que no estaba sola.
Fue un momento de deleite, por completo inesperado y sin igual.


Texto agregado el 09-08-2020, y leído por 296 visitantes. (26 votos)


Lectores Opinan
04-11-2022 La verdad me encanta yosoyasi
19-07-2021 Precioso relato. Un objeto que sirve para convocar a los sueños y que usted con sus acertadas palabras los ha materializado. Me has recordado esos hermosos cuentos de concha espina donde los objetos cobran una dimensión personal. Me voy a poner ahora mismo un sombrero simplemente para descubrirme ante el arte de usted. Mis más sinceras felicitaciones. Un afectuoso saludo. Altamira
02-09-2020 Me apasiona tu cuento si hasta parece que veo a Malena. Un cielo lleno de estrellas yosoyasi
26-08-2020 Un texto con un lenguaje muy sencillo y atrapador de principio a fin. Cometí el error de no leer el título primero, así que a medida que leía me imaginaba muchas cosas de lo que habías visto en el rincón.***** fabiangs7
23-08-2020 ese ritmoo de bandoneeon me encanto natimiau
17-08-2020 A mi me llama la atención el piano y el acordeón, quizás porque cuando niño veía como los tocaba mi viejo, el sonido de un instrumento está directamente relacionado con la intensidad que la sientes en tu alma, esa es la diferencia entre lo que tocan un instrumento y aquellos que transmiten sus emociones a través de él, y eso uno lo percibe. Un abrazo grande alejandroeder
15-08-2020 ¿Te puedo pedir un favor? Toma el bandoneon y cantame un tango ¿Quieres? Gracias. za-lac-fay33
12-08-2020 Haces una descripción maravillosa de ese instrumento sagrado que en su corazón de barro se unió a tu magia y te regaló sus mejores sonidos. Puedo imaginarte, con él en tu falda y la ondulación de él pegado a tu cuerpo ***** Me encantó Un besito Vic 6236013
12-08-2020 Cuando se interpreta cualquier instrumento, interprete e instrumento se fusionan a través del sonido y de ahí en adelante todo es éxtasis, feliz martes, un abrazo inmenso nelsonmore
11-08-2020 a ese bandoneón y vos son dos emociones que se mezclan en un cálido sentimiento, me gustó. SerKi
10-08-2020 ¡Qué texto más bonito! Muy visual. MCavalieri
10-08-2020 Tú texto es una obra de arte. Hace catorce años que en un rincón de mi casa(también con pátina) resposa un primo del de tus amigos. Y desde hoy le miraré de otro modo, pero no espero que sí alcanzo a cerrar mis ojos, al abrirlos haya álguien a nuestro lado. Te felicito. peco
10-08-2020 Para los argentinos el bandoneón tiene siempre un alma que se queja y suspira, que envuelve nostalgias.El sonido emociona y abre los senderos del recuerdo.Disfruté de tu texto, gracias. Yvette27
10-08-2020 "Mi bandonéon y yo", me hiciste recordar a Rubén Juarez, el de él era blanco. Bello ese instrumento, bella tu historia, y un gusto leerla. Un beso, Carlos. carlitoscap
10-08-2020 Que especial experiencia. Te vi armonizando y plegándote siendo una con tan magnífico instrumento. Las cosas también tienen alma. Un abrazo, sheisan
09-08-2020 El bandoneón es el alma triste del tango, se queja cuando unas manos piadosas lo acarician, y llora cuando lo dejan abandonado en un rincón de jarrones y fotos...Suerte que lo hayas sentido y juntos se acompañaron en ese trance mágico que es la música. Un recuerdo muy emotivo. Va mi saludo como un chán chán.... hgiordan
09-08-2020 Qué hermoso encontrar a este seductor y potencial compañero en el camino de la vida! A su lado nunca estarás sola. Un aplauso! Clorinda
09-08-2020 —Comencé a leer y desde el momento que te animaste, cuando brotaron los acordes típicos del tango en el bandoneón, no me viste cuando me arrimé a ti y juntos fuimos caminando por esas callecitas de Buenos Aires... cuando de repente después de la pausa de una coma apareció el Polaco cantando esa balada de Piazzolla y Ferrer y como loco medio bailando y medio cantando te seguí hasta el momento que abriste los ojos y... todos te aplaudieron. —Saludos tangueros y un abrazo arrabalero. vicenterreramarquez
09-08-2020 Me hiciste recordar a Benedetti, cuando dice:"me jode confesarlo, pero la vida es también un bandoneón, hay quien sostiene que lo toca dios pero yo estoy seguro que es troilo, ya que dios apenas toca el arpa y mal". En fin, bello tu decir, un relato que envuelve de manera profunda y amistosa. gsap
09-08-2020 Nos fuiste llevando al magico encuentro que provoco el encuentro entre el instrumento y tu alma, nos hiciste volar en las notas que se escapaban del bandoneón. Felicitaciones ***** sensaciones
09-08-2020 Me fui dejando llevar por tu narrativa, envolvente y precisa, y pude saborear esas notas musicales. Fue un placer haberte leído. Saludos cordiales. Mnemosine
09-08-2020 Que rico leerte en un sábado por la noche y con la lluvia pertinaz como fondo. Tus descripciones son tan precisas que pude ver ese fantástico y mágico instrumento. Gracias. Cinco aullidos musicales Steve
 
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