Media lunas de Agosto

Sentí tu esencia en mi piel, tus besos en mis labios, el aroma de la miel y de un chocolate recién preparado.
—Dijiste, “ven vamos a tomar chocolate y a comer medialunas en agosto bajo las estrellas de una pronta primavera”.
Helaba allá afuera, mas en el hogar nuestro bello hogar se sentía el calor de tu dulce compañía mi bien amado.
El fulgor de los leños de la chimenea alumbraban nuestros rostros donde una caricia te brindé y tú tomando mis manos las besaste con ese cariño, con todo tu amor.
—Ven vamos a dormir amada mía, llamemos a Pitufina, mira que ladra en el jardín y ya es hora de dormir.
En ese momento entró Pitufina corriendo y de un salto se subió a la cama, acurrucándose a nuestros pies.
Sus ojitos se iluminaron por todo el amor que le brindaban y en un ¡guau guau! Una media luna en agosto le daban.