Inicio / Cuenteros Locales / maparo55 / Reloj
Tic tac, tic tac, tic tac... latir desacompasado de mi viejo corazón; titilar de lejanas, remotas estrellas; música acompasada de rock que toca las fibras más íntimas y hace brotar de mis ojos dos lágrimas; viejo bolero que recuerda la juventud dorada, así como los labios dulces de una niña de dieciséis años.
Tic... mis ojos brincan alocados, sin control, perversos, deseando la carne tibia de una mujer desnuda en la habitación desangelada de un hotel.
Tac... tacos de cabeza, ojo, buche, nana, nenepil; suadero, pastor, longaniza. Me trago trece. Cruzo los dedos para librarme de cualquier mal.
Tic... tu cuerpo a la espera de ese movimiento rítmico que habrá de llevarte a conocer placeres insospechados, que terminarán en un tac de quejidos lúbricos completando el ciclo armónico del deseo.
Tac... instrumento de vida repetitiva que avanza lentamente, segundo a segundo; que va marcando cómo la vida pasa, cómo se desgasta inútilmente en cosas banales y hechos fútiles, cotidianos.
Reloj, artefacto maldito, que vas contándome el tiempo de una vida insatisfecha, que seguramente terminará en una fosa maloliente y fría.
Artilugio mecánico o digital, como quieras disfrazarte, ¿cómo te atreves a coartar cada paso y acto de mi libre albedrío, de mi libertad esclavizada al yugo de los condicionamientos sociales?
Monstruo del tiempo, tu tic tac enloquece mis sentidos, lacera mi pensamiento como un ariete que golpea, golpea, golpea, hasta convertir en una masa informe todo lo que se opone a su paso. Mi corazón (de melón, melón, melón, corazón), sufre como condenado al fuego eterno, al escuchar tu tic tac monótono, martilleante, que me escupe sin palabras lo vivido, lo que se añora y ya no puede ser porque ya pasó.
Reloj infernal, infinito medidor del tiempo, púdrete por recordarme en el tic tac de cada uno de los latidos de tu corazón de máquina, que el mío, algún día (como el de todos), habrá de detenerse.
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Texto agregado el 01-08-2020, y leído por 192
visitantes. (8 votos)
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Lectores Opinan |
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08-09-2020 |
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El tiempo deja de existir cuando vivimos con intensidad. godiva |
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29-08-2020 |
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Un reloj como pasa la vida, las alegrías como las tristezas no son eternas. Abrazo y que días aquellos de trece tacos... cuano la tortilla todavía tenía una amplia circunferencia. abrazo desde Veracruz. sendero |
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07-08-2020 |
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Hay un momento en la vida que carece de tiempo, solo vivir intensamente cada minuto, cada segundo que nos regala ese reloj, como un broche de oro a nuestros años. jaeltete |
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04-08-2020 |
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Me gustó. Gran texto que vas tejiendo desde el inicio. El puro sonido del tic tac en el apartado rincón de una casa a veces lastima, lacera, recuerda, inquieta, arrulla, despierta, constituye un medidor del tiempo implacable. Ese artilugio mecánico o digital –como bien dices-, es irreverente e insolente, como el apetito que te llevó a tragar hasta trece tacos en una sentada. Saludos paisano.
clandestino |
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03-08-2020 |
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Reloj, principal artilugio creado para marcar las horas que tendrás en libertad, horas de vida y relajo, de sueños, entretención, amor. Y para separarlas de la gran mayoría de tictaces que marcarán tus obligaciones laborales, tiempo de esclavitud cronometrada y remunerada de forma mezquina. En realidad, el reloj reemplaza a la cadena que ceñía el tobillo de los esclavos. Tú, ahora lo llevas en la muñeca. Un gran abrazo.
guidos |
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02-08-2020 |
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Muy bueno y rico tu texto, Mario. Ay, el tiempo el tiempo! Cuánto nos hace pensar a los mortales, verdad?
Sin embargo, pese al peso grande que trae consigo, el tiempo nos modela, nos remodela y esto puede ser muy bueno.
Un abrazo Daiana |
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02-08-2020 |
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Es un relato de vida impresionante, desde el implacable sonido del reloj,vas hilando las experiencias personales iluminadas con tintes sonoros y melódicos, del sentimiento más trascendente, el amor*****
Me encantó amigo
Un beso
Victoria 6236013 |
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01-08-2020 |
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—Muy buen tema para esta hora de la mañana (11:32 aquí en Santiago) —Tres agujas mecánicas o números digitales como árbitros van acotando los lapsos del tiempo en el que nos movemos, que según,cómo, cuanto y cuando lo percibamos marcan la secuencia de la vida, puesto que esos lapsos que marca el reloj, sensorialmente, son distintos en cada persona. —Un abrazo vicenterreramarquez |
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01-08-2020 |
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El reloj es un intruso en nuestra casa, nos vigila como un carcelero que golpea cada barrote en su pasar..Saludos hgiordan |
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01-08-2020 |
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Me ha gustado mucho tu texto, es tremendamente real, plasmaste pensamiento tras pensamiento, como una secuencia de fotografías, con la dispersión tan propia de la mente humana. gsap |
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01-08-2020 |
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Que sería del tiempo sin nuestra conciencia de él. Que sería de los relojes si los ignoramos y vivieramos como los niños la vida? Sólo apreciando y disfrutando cada día.. . Cada instante. Somos inmortales hermano. Cada instante es una eternidad sea un tic o un tac. Cinco aullidos atemporales Steve |
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