LA RATA

La rata es muy esquiva
Aparece de repente
Raspa la madera y sus patitas
Suenan como deditos de niños
Se queda quieta y parece que me mira
Es tan pequeña y tan molesta
Se asoma, se esconde
Ahí está otra vez
Le arrojo un zapato, pero huye
Antes que llegue el proyectil desaparece
Y yo me desvelo
Me da miedo que suba hasta mi cama
Y que me muerda o me rasguñe
Ya no duermo, paso en vela
Se hace tarde y todo cruje
¿Es ella?
No, solo es la madera
Con los cambios de temperatura
Todo suena
Y la noche avanza
¿Cuántas son?
Ya son cinco o tal vez seis
Ya no sé
El encierro, la pandemia
Y ahora la rata
Sí, es verdad es chiquita
Pero jode
Y doy vueltas y doy vueltas
La espero
Y así caigo dormido al aclarar
Con un sueño tenue
Que se hace pesado
Pero es de día
La rata ya no está
O tal vez ya se durmió
Y pasó otro día
Y yo no como
Ya no río
Los días son eternos
Duermo, despierto
Me preparo un café
Busco en internet
“preferencias de las ratas”
Quiero saber
Quiero entender
Llega la noche fría
La espero
Me quedo en silencio
Ya va a venir
Siempre es así
Pero no viene
Y me desvelo y ella no llega
Me quedo atento
Cualquier ruido puede ser
Y no dormí otra vez
Y ya van otros cinco días que no duermo
Y la rata ya no viene
Y yo la espero.