Los colores de la diversidad
La diversidad sexual conlleva dudas y controversias, pero a la vez, otro nudo de la conversación que como sociedad debemos desentramar, ya que debido al ocultamiento que generan estos temas es que se tratan con ignorancia, discriminación y conflicto. Para ello los invito a preparar café para sentarnos a la mesa y comprender que habitamos un mundo maravillosamente diverso donde los humanos no somos la excepción.
Tener una vida de gozo sexual fue por mucho tiempo un acto de limitaciones. México en sí es un país de costumbres arraigadas y es parte de nuestros valores. Entre verde y azul, te diré que prefiero los colores oscuros y esto se debe a conceptos antiguos que de generación en generación se nos transmiten.
Los diversos estudios que universidades realizan nos cuentan una historia distinta donde el sexo es una pieza importante para la salud física y mental del individuo por lo que elegir con libertad y satisfacción y reproducirnos como decisión en libertad (con derecho a hablar, elegir y recibir información) sin ser motivo discriminatorio; nos ayuda a desarrollarnos mejor y ser parte de una sociedad más empática e incluyente. Todos tenemos derecho a ser felices para un mejor desarrollo psicológico y físico para que el cuerpo cumpla mejor sus funciones.
A veces y por errores de carácter imaginamos que el mundo gira alrededor nuestro y en nombre de esa falsa idea abanderamos conceptos hirientes respecto a lo diferente, y en particular a la diversidad y a La sexualidad como práctica cultural. Esta cultura e identidad que arrastra ideas, errores y virtudes del pasado, no ha sido cosa fácil moldear y adherir al concepto que a cada uno convenga, sino por el contrario tenemos que aprender a caminar en equipo para aportar y recibir como sociedad todo aquello que nos beneficie y nos haga crecer como una comunidad.
Vivimos en una sociedad que está en constante desarrollo por lo que amerita tolerancia y respeto. No nos enseñaron a ser empáticos con lo desconocido y por el contrario, nos enseñaron a temerle. Para ello nos vistieron de arrogancia, ensalzando cada uno de nuestros cuestionamientos en una mente brillante que intentaba saber más que los demás. Nos educaron para competir y no para compartir. Lo que nos hizo críticos y con un grado de altanería que ha caído en absurdo. No, no se trata de mirar lo mal que pueda estar el otro sino todo lo contrario, esto se trata de aprender con humilde sabiduría a asimilar su causa y ver con el lente microscópico de la razón que más allá de lo que parece hay un humano sensible y consciente a quien por matemática química y biológica tenemos todavía mucho que aprender.
El respeto a la diferencia también te incluye ya que somos seres únicos en la naturaleza. Somos otra maravilla más del universo y aparecemos diversos y con tonalidades muy particulares. Permite que te cuente una anécdota. Cuando niña me vestí de payaso porque quería saber cómo se comportarían los demás y subí al transporte público donde me encontré con mi mejor amiga, ella no me habló pues mi peluca naranja y cara con colores le dio pena. ¿Qué cambió al exponerme en la vía pública? ¿Esto restó valor al individuo? ¿Fue más o menos sensible e inteligente? Dijera ella ¨la gente habla¨ habla, igual que lo hace de una situación inesperada, persona esté bien o mal, cuerda o loca entre millones de humanos en el mundo es irrelevante y que por ello dejes de ser o hacer lo que te gusta no parece una respuesta justa a algo tan insignificante como ¨el qué dirán¨.
Cabe destacar que la exclusión y segregación no suma, sino resta felicidad al individuo y a la comunidad así como muchas otras consecuencias negativas que se proyectan en la salud tanto física como emocional. La exclusión habla de homofobia, de inseguridad respecto a nuestra propia identidad sexual ya que al verse amenazados con la duda el individuo agrede y lastima su entorno. Una exclusión es ¨una manifestación arbitraria que señala al otro como contrario, inferior o anormal¨ (Escobar, 2007, pag.81) en un mundo donde todos y cada uno somos distintos por lo que una exclusión segrega y discrimina para cometer una violenta manifestación de ignorancia.
Vuelvo a la infancia y al espejo, disfruto el color naranja de la peluca. Delineo lentamente el contorno de los ojos para finalizar con una roja nariz plástica. Emocionada subo al transporte urbano ignorando que pronto seré discriminada por alguien a quien estimo profundamente y que a la vez es una criatura amorosa y muy inteligente. Es posible que en la cuadra anterior otro individuo bajó vestido de zorro o mujer maravilla, también algún integrante de una tribu yaqui pudo bajar vestido de venado… eso no importa, la gente que va sentada a tu lado no lo recordará por mucho tiempo, no tendrá la importancia que tú le das y mi amiga Olga… seguirá siendo la persona que escogí para los juegos de detectives en el parque Juárez en la Ciudad de Hermosillo, donde fuimos tan felices.
RHCastro

Con colaboración de Rubén Torres (Newen)
Referencias:
La salud sexual y su relación con
la salud reproductiva:
un enfoque operativo
OMS