Ya estoy cansado.
Aburrido.
Demasiado tiempo encerrados.
Salgo veinte minutos semanales, por las compras necesarias.
Es el mejor momento de la semana.
Un rato en la calle.
Cruzo poca gente, con media cara tapada
y los ojos tristes.
Insisto… espero 7 días para eso.
No sé cómo El Estado, que somos todos, me pone
unos créditos digitales.
Cuando comenzó, tenia días mejores y peores.
O ratos buenos y otros no tanto.
Ahora todo es igual.
Pero falta menos, así me dijo El Doctor, hace años.
Además, esta tarde El Ministro, la prorrogó sólo…
por 10 años más.
Al menos, para mí.