La noche esconde la soledad.
La carretera es una vena de luz.
Los espectros regresan al hogar.
El tráfico se apaga, se enciende el silencio.
Todos a resguardo en el infierno.
El viento se pasea por la avenida.
Las hojas giran a manotazos, cayendo como escamas....
…..de ese animal moribundo, aún antes de nacer.
Son todos, -cuando somos-, el sordo aullido de su dolor.
Mis raíces, ya muñones,
me empujan a trompicones,
escupiendo el polvo de los sueños......
…..pero, ahora, cuando soy noche,
sin miedo ni mentiras,
me arranco los recuerdos;
aquí, en este lugar, que tantas veces me ha visto nacer.
Sobre traumas fundidos en triunfos,
la vela sobre la mesa, arde en el fondo de mi retina.
C.E.N.C, "Auiles", 13.11.2012 |