Tu silueta se traslucía por entre el enrejado de la puerta. El corazón emosionado galopaba al encontrar tu mirada. Manos que tiemblan tratando de abrir la cerradura que nos separaba. Al enfrentarnos brotaron tus palabras. ¿abuela te puedo abrazar? Nuestros brazos después de cinco meses se unieron. Era imposible separarnos. Por fin podía cobijarte contra mi pecho. Los miedos, las angustias, la desesperación. “Todo se había disipado” El arco iris del reencuentro deslizaba lagrimas de felicidad. “La espera fue eterna” Haciendo sublime el instante que nuestros corazones se toparon. Todo se borro para darle paso al hecho de estar de nuevo juntos. CAL.COR
Texto agregado el 16-07-2020, y leído por 190 visitantes. (12 votos)