EN ESTE MUNDO INCLUSIVO…
Soy viejo, un hombre de la última edad, pero con muchas ganas de hablar sobre aquellos tiempos lejanos. Sin decir que todo lo pasado fue mejor, por supuesto, pero sí de cuánto ha cambiado el mundo en este siglo y en el anterior también. Y de cómo nos fuimos, y vamos acostumbrando a una vida distinta, subyugada por este consumismo devorador, comercialmente insaciable, con sus nuevas e impensadas prioridades, urgencias, hábitos, modas y comodidades a asimilar, aceptándolas en un principio o no. Cosas que nos inventan a cada rato, para renovar lo usado, para sentirnos actualizados, para que no abandonemos esa idea de que nada es para siempre, que todo está hecho para mejorarse y mejorarse sin solución de continuidad.
Hasta el idioma ahora. Ya se propone que nuestro precioso y completísimo español sea arreglado porque viene fallado de fábrica, urgentemente, antes que se inutilice a sí mismo por redundante y complicado. Un absurdo… Pero bueno, yendo al grano; lo que se busca es que este lenguaje sea inclusivo y nada sexista ¿?...Sí, eso; que no haya palabras masculinas ni femeninas; neutras. Esterilizadas, diría yo, infecundas, para que el diccionario no se pueble de palabritas mal nacidas… Fuera de humoradas, esta pretensión a la ambigüedad, viene dándose de una manera pausada en las últimas épocas. Subliminalmente en la ropa. En esa tendencia de hacernos vestir como iguales o semejantes; el hombre-mujer y la mujer-hombre, surgida de aquella novedosa moda “unisex” de los años setenta, aunque esta idea viene de antes. La crónica nos recuerda que recién en la década de los 50´, las damas pudieron lucirse en pantalones públicamente (aceptadas por los demás y las demás) gracias a una tenaz y reivindicatoria lucha feminista de aquel entonces…
Y ya que entré en ese tema, y pronto a terminar este mini-ensayo, no quiero quedarme con una duda. ¿Alguien sabe o recuerda, que los primeros vaqueros (jeans) para damas se ajustaban a la cintura con un incómodo cierre en la cadera derecha?... Nadie, o muy pocos y pocas, ¿no?... Y claro, hace añares que se los fabrican con bragueta….Entonces sigo cuestionándome: ¿habrá sido la conquista de una corriente ultra-feminista que no trascendió, o que me pasó desapercibida? ¿Alguien puede decirme algo al respecto?
¡No, no, no!... Detengan sus comentarios por favor... no quiero saber más nada… Acabo de ver en una publicidad a varias modelos desfilando con unos jeans con el cierre al medio pero atrás, justo ahí…Y a este nuevo asunto ya le siento muy mal olor, queridos amigos y amigas…
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