Glosario de LPDLC en tiempos de COVID-19
Hace unas semanas atrás observé a un reciente participante inscrito en esta comunidad, quién, tan pronto estuvo habilitado para comentar, se la dio por criticar mis comentarios. Estas cosas no me afectan en absoluto pues es parte de la dinámica de cualquier comunidad.
Es normal que cualquiera se inscriba con algún alias para su anonimato; sin embargo, pueden usar una máscara pero lo que no pueden evitar es firmar sus escritos. La firma consiste en pequeños o grandes detalles en el modo de escribir. De esta forma pude darme cuenta que había al menos un miembro de esta comunidad que usa dos alias diferentes pero con una misma firma.
Tarde o temprano uno de estos alias pasaría a la congeladora o terminaría siendo borrada. Cosa que pasó en la actualidad. La razón es que una persona no puede ser dos personajes diferentes al mismo tiempo, como las mentiras que no se pueden sostener en el tiempo.
Alguien, al haber leído el párrafo anterior, dirá que yo mismo tengo dos sobrenombres y no dejará de tener razón. Al respecto, efectivamente, yo tengo dos alias, pero ambos tienen mi nombre y apellido y cualquiera ha podido darse cuenta que una la utilizo para publicar mis escritos y otra para agradecer o responder comentarios. No tengo necesidad de esconderme detrás de un alias.
Supongo, que alguien más querrá hacer lo mismo que yo, pues háganlo, no hay ninguna norma que lo impida. Además, esta plataforma (LPDLC) ha cometido el error de bloquear la caja de comentarios al mismo autor que cuelga sus escritos; a mi juicio, algo malo para la dinámica de las publicaciones, cuando el resto de portales en la Web lo permite, como por ejemplo YouTube, Twitter, Facebook, foros, blog, etcétera.
A una reflexión de mi autoría la intitulé "Cuando la realidad supera la ficción", y debo decir que cada día que paso en esta comunidad de escritores se hace más patente. Así que, a la persona que describí en mi primer párrafo y que me está leyendo en estos momentos sólo le digo: ¡Te atrapé!
MI REFLEXIÓN
Aquí les dejo mi glosario que desarrollé como consecuencia de mis vivencias en esta página de los cuentos. Espero que esto motive a la reflexión y un cambio para que dejen, al menos, de seguir maltratando nuestro idioma.
Escribir bien sólo cuesta aprender leyendo buenas obras, tener el DRAE instalado en el celular y, por supuesto, enterarse de las características de un cuento, una novela o una poesía.
Población de alto riesgo
• Escritores principiantes que aprenden de principiantes en ortografía y gramática.
• Escritores "antiguos" con larga biblio-agrafías.
• Escritores hispanohablantes que usan el teclado como si estuviera en inglés.
Distanciamiento social
• Escritores pulcros a un kilómetro y medio de distancia mínima de escritores chapuceros.
• Antípoda: distancia máxima entre escritores vanidosos y comentaristas sinceros.
Aislamiento social
• Escritores sin Diccionario de la Real Academia Española.
Pandemia
• Escritores con ego inflado.
• Virales de flores y miel: dame comentarios bonitos que yo te daré lo mismo.
• Libros de visita impolutos.
• Frases sólo con signos de cierre.
• Guiones de diálogo con espacio seguido.
• Comas entre espacios.
• Sarampión de comillas dobles.
• Puntos suspensivos sin espacio final.
• Palabras con acento ortográfico con tilde ausente.
• Palabras en mayúsculas.
• Poemas antipoéticos.
• Cuentos huérfanos de conflicto y desenlace.
• Borradores publicados con desesperación.
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