CAPITULO 2
- Tenes visitas, acompáñame- Le decía un guarda cárcel de devoto a Marcelo.
Él lo siguió con dudas, ya que hacía 3 años que estaba encerrado y nunca había recibido visitas. Ni siquiera de su hija o de su hermana. Después del asesinato de Silvia, su familia le dio vuelta la cara y lo abandono a su suerte. Pensó que por ahí era algún amigo o algún colega o por ahí algún periodista con ganas de contar su historia, pero ya era una historia cerrada, era una historia olvidada para toda la sociedad. Incluso ese asesinato fue lo que termino con el ascenso del oficial García, ahora es jefe de la federal.
Marcelo siguió caminando y cuando le abrieron la puerta del salón común, ahí lo vio. No podía creer lo que estaba viendo.
El salón era amplio, con varias mesas las cuales tenían dos y algunas mesas tenían cuatro sillas. La pared era blanca o lo que en algún momento fuera ese color. Hoy venido a menos por la humedad y el paso del tiempo.
- Marcelo, ¿Sos vos? – Le decía un hombre de traje gris, flaco de unos 30 años. – Yo soy el Dr. Jiménez- decía mientras Marcelo no le sacaba los ojos al otro hombre que estaba quieto, sin hablar, pero que no necesitaba presentación. Ese hombre era el Dr. Burlando.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡Viniste!!!!!!!! – le decía Marcelo con ganas de saltar, de gritar de alegría, de abrazarlo. – ¿Leíste la carta? - le preguntaba de forma ansiosa.
- LaSSS cartas – le contestó el abogado, haciendo énfasis en la cantidad de cartas que le había enviado.
Marcelo estaba por cumplir 42 años el lunes siguiente y desde hacía un año, le escribía una carta por mes al Dr. Burlando queriendo que escuche su versión de la historia. Pero al no recibir ningún tipo de respuesta, la última carta fue con tono amenazante “he perdido todo, no tengo más nada porque luchar, la sociedad ya me juzgo, pero soy inocente. Por favor escuche mi historia sino me voy a matar. El 21 de junio cumplo 42 años, sino tengo respuesta, ese mismo día me quito la vida”.
- No tengo tiempo, vino para escucharlo y ver si me convence. No quería cargar con un muerto si usted llevaba a cabo su promesa. También estuve investigando sobre el caso. Convénzame – Le decía el Dr. a Marcelo.
Marcelo, empezó a contar su historia, con voz temblorosa, sabiendo que era la última oportunidad de recuperar su libertad, de probar su inocencia. El juicio ya estaba a la vuelta de la esquina. Marcelo a medida que seguía el relato se iba relajando, sus ojos mojados por el recuerdo hacían que se frote con su mano. Su voz parecía monótona y cada tanto se cortaba por lo cual tenía que tomar aire y seguir. Luego de haber terminado el relato, Marcelo miro a los doctores, pero no hubo ninguna señal. Estaban igual que al principio, sus ojos rojos de haber dormido poco, estaban casi inmóviles. Después de unos minutos, se paran los dos
- En uno días tendrá nuestra respuesta, lo pensaremos – Dijo Burlando con un tono seco y cortado.
Marcelo esa noche no pudo dormir. Ansioso y frustrado por la reunión, pensaba en adelantar el suicidio muchas veces imaginado.
Luego de 4 días de suspenso y un día antes de comenzar el juicio oral, Marcelo recibe nuevamente la visita del abogado.
- ¿Usted me jura que todo lo que me contó es verdad? Si es así, tomaremos el caso. Empecemos con la estrategia- Le decía Burlando mientras Marcelo se pellizcaba para confirmar que todo era cierto. Él estaba contento, sabía que, aunque sea alguien le estaba creyendo que era inocente.
El juicio empezó y como era de esperar había varios medios gráficos y televisivos cubriendo el caso. El asesinato de la bailarina o el terapeuta asesino, eran varios de los nombres con los cuales bautizaron el caso. Solo restaba, e incluso se hacían apuestas, ver que estrategia podía usar el Abogado de la farándula y como podía ganar un caso ya perdido desde el comienzo. ¿Por qué accedió a defender a dicho asesino? ¿Quién es el terapeuta? ¿Tanto dinero tiene para pagarle a este abogado? ¿Cuál fue el motivo del asesinato? Y muchas otras preguntas.
Habiendo pasado varios días del juicio y como todo era de esperar, el cartel de CULPABLE se confirmaba con cada testigo, con cada declaración y prueba mostrada, pero sobre todo por la poca participación del abogado de Marcelo cosa que a él le agarrara mucha bronca y pensaba para si……si ese era el abogado, el gran abogado que conoció por la tele. Incluso el fiscal y otro abogado no entendía la estrategia de Burlando, pero sabían que no lo podían subestimar.
Cuando le toco hablar a Burlando, llamo como principal testigo a Marcelo.
- Marcelo, sabemos que por todas las pruebas que hay se mostraron y además los testimonios no ayudan a que seas inocente de este trágico asesinato. - Burlando seguía hablando mientras Marcelo con su mirada no entendía a donde quería llegar y, por otro lado, quería que lo declararan culpable, pero de asesinarlo a él. Burlando siguió con su relato- Sabemos además que sería lo más fácil pero cuando yo empecé a estudiar abogacía, quería y luchaba para que haga justicia y eso es lo que quiero. Justicia y no mantener un inocente dentro de la cárcel. Marcelo, que ocurrió aquella noche?
- Como casi todos los días la paso a buscar a Silvia a eso de las 19 hs, pero con la diferencia que, en vez de llevarla al club, nos íbamos a tomar el tren que salía para Tucumán. Estábamos enamorados y nos íbamos a escapar. Ella estaba en una relación amor odio con el dueño del club, donde además de obligarla a bailar y a acostarse con diferentes clientes que iban al bar, la obligaba a consumir cocaína. Ella se había vuelto adicta y uno de los motivos que nos íbamos a ir, era para empezar un tratamiento y que pueda dejar la droga, ya que además ella tenía problemas del corazón. Cuando la paso a buscar ella estaba drogada por lo cual, entre a su casa, agarre la valija que ya tenía preparada y fuimos a mi departamento. En el auto ella se puso un poco violenta y empezamos a discutir. Por mi profesión, sabía que la tenía que calmar, dejar pasar el tiempo y hacer que pueda descansar un rato para poder tomar el tren que salía a las 4 AM. Iba a pasar por el bar un rato y después al simular irse conmigo, nos íbamos a escapar. Lo planificado había que modificarlo, pero el objetivo era irnos y disfrutar el uno del otro allá en Tucumán. Mientras hacía algo para comer ella agarro la botella de whisky y empezó a tomar. Al darme cuenta, discutimos y le saque la botella, pero ella seguía con el vaso en la mano. La discusión llego al baño y sin entender mucho, ella se desploma cayendo con su cuerpo y su cabeza, arriba del vaso de whisky. Yo estaba a 2 metros de distancia de ella. Yo no la mate, yo la amaba. Después no supe que hacer y con el tiempo se me ocurrió la idea, ya que nadie iba a creerme, de llevar el cuerpo y dejarlo en el bar. - Marcelo terminó el relato agarrándose con las dos manos la cara y ocultando sus lágrimas.
- Señora jueza- seguía burlando- no me crea tan inocente de que, si alguien me cuenta esto, le creo. Pero algo me hacía dudar y porque no, poder creer en esa historia. En este sobre le dejo las pruebas y llamo a mi próxima y ultimo testigo. La Dra. Eladia López. Ella es forense y estaba a cargo de las autopsias federales, hasta este caso. Además de estar a cargo de la policía científica. Después del mismo, la despidieron por una discusión con el Oficial García- Mientras Burlando hacia este comentario, todas las miradas fueron al oficial García, hoy jefe de la federal, que no sabía dónde esconder su fastidio.
En el relato y en el ida y vuelta con Burlando, Eladia contaba que había algo del caso que le resultaba muy raro, muy dudoso y que le molesto lo rápido que cerraron el caso, sin siquiera esperar los resultados de la autopsia, ni hacer una investigación más profunda. Fue todo muy rápido, tan rápido que, a los 5 días, García ya era nombrado jefe de la federal. Eladia, más allá de que aún se la notaba molesta con García, explico detalladamente los pormenores de las pruebas y de los análisis realizados, que coincidían con la declaración de Marcelo. Según los informes de Eladia, Silvia estaba muerta cuando cayo, producto del cóctel de cocaína, alcohol y su problema cardiaco. Eso hizo que el vaso se cayera y que ella cayera de tal forma que se cortara con una porción del vaso. Que la distribución de la sangre, las salpicaduras en el baño y su altura como la distancia recorrida, hacía que el corte se produjera después de muerta y en el piso a unos 3 cm del piso. Que los pelos encontrados coincidían con el ADN de Silvia, junto con su cepillo de dientes. Y contó que cuando esto mismo le fue a decir a García, él lo desestimo, que ya había logrado la jefatura, que era un caso cerrado y que no iba a analizar nada más “Total es terapeuta, que se joda en la cárcel”. A la semana siguiente me echaron de la fuerza.
Burlando además agrego como prueba los pasajes sacado por Silvia, 1 semana antes del episodio y un par de testigos más, que daban cuenta de la idea de escapar que tenían ambos y de la relación que ellos tenían.
Marcelo quedo anonadado como toda la gente que estaba en la sala. Burlando, si reconoció y lo nombro culpable de no llamar a la policía y de mover el cuerpo, pero el impacto de su investigación esa acción paso a un segundo plano.
En esos dos días siguientes, hasta que el juez diera su veredicto, el caso tuvo un giro de 360 grados. Los noticieros, programas de espectáculos y hasta programas de cocina debatían y comentaban el caso de Marcelo. La gente se expresaba a favor de la libertad del psicólogo en redes sociales e incluso hubo una pequeña marcha la noche previa a la sentencia.
Al día siguiente, todos estaban expectantes. Los medios agazapados en la puerta del juzgado. La sala estaba colmada como nunca antes se había visto. Burlando junto a Marcelo sentados muy cerca del fiscal esperando al juez. 5 minutos más tarde, pero 5 minutos eternos, ingresa el juez Baltasar. El silencio en la sala era como un cementerio a las 3 AM, pero la ansiedad y la expectativa era muy grande. El juez Baltasar acomoda el micrófono y empezó a leer.
- A los días 15 de Julio del año 2018, Vista por el Dr. Baltasar, juez del juzgado penal N°9 de la ciudad de Buenos aires, la causa seguida como procedimiento abreviado n° 76/20 por un delito de HOMICIDIO CALIFICADO contra Marcelo Arbundia DNI 26986486 con domicilio en.….
Mientras todos escuchaban atentamente, pero queriendo que lea rápidamente el fallo, el juez Baltasar seguía leyendo la sentencia penal. Luego de 30 minutos de lectura y habiendo pasado por todas las partes correspondientes a un fallo de esta característica (antecedentes del hecho, hechos probados, fundamento de derecho, etc.) llego el momento del fallo.
- Por lo explicado previamente, declaro al acusado, Marcelo Arbundia CULPABLE de homicidio calificado y lo condeno a 15 años de prisión efectiva…- Declaraba el juez.
A pesar de que seguía su relato, el murmullo de la sala fue insostenible y tuvo que pedir varias veces silencio para poder continuar con la lectura de la sentencia. Marcelo, quedo ciego, sordo y mudo después de esa palabra pronunciada por el juez. Ya no había vuelta atrás, ya no creía en la justicia.
Una vez terminada la lectura la sorpresa en la sala de los abogados, del fiscal y de la gente común (que seguía la sentencia por la tele) era manifiesta, nunca se imaginaron ese final. Marcelo había sido declarado culpable del asesinato. Pero ellos no sabían que García, no iba a dejar que nadie le quitara el puesto que había logrado y para ello había secuestrado a Romeo Baltasar, hijo del juez, para que no fallara a favor de su inocencia.
Eso sí, Burlando apelo y logro una reducción de la pena, por lo cual, en 2 años más Marcelo esta libre, sabiendo que su inocencia fue probada y eso hizo que se haya reencontrado con su familia.
FIN
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