Amanece
la postrera oscuridad viaja por el resumidero
gritos gangrenados, pústulas, desesperanza,
cae la noche en el transporte fétido
bajo los pies del amanecer
espesores alquitranados, perjurios,
llantos, muerte, todos huyen despavoridos
gotea el soneto de las horas grises
viaje póstumo hacia los océanos profundos.

Amanece
corazones al trasluz, huye la sierpe
respiran hasta el hartazgo las almas iluminadas
dioses venerados en los diez mil idiomas
sol, círculo ofrendado, llanto fértil en la tierra.

Amanece
pabellones estremecidos en todas las liturgias
el aura se desborda en millones de bocanadas
es el símbolo inoculado, perfecto y elemental
desdibujando los rastros del furtivo invisible
paz arbórea promulga los himnos y las danzas
Abrazadas todas las razas tras la noche cruel.