Hablar de política es una actividad estéril. La mayoría de argumentos y comentarios esgrimidos por los interlocutores no son más que opiniones formadas sobre ideas, en el mejor de los escenarios, e ideologías, en la mayoría. Enfrentar a estas corrientes naturalmente contrarias no hace más que acaudalar con imprudencia el río del diálogo. En el Perú, este fenómeno es evidente. En lugar de promover las virtudes de la afiliación propia, se opta por satanizar al enemigo, sellando cualquier oportunidad de síntesis. En lugar de vislumbrar las necesidades más apremiantes aquí en la tierra nuestra, se alza la cabeza al cielo y se pregonan sueños tan líquidos e ilusos como un guión de Disney.
El resultado de una comunicación tan deficiente, una democracia falta de ingredientes para ser funcional, y una población que camina a ritmos históricos tan disímiles; hoy agita las aletas frente a nuestros ojos. El Frepap no solo fue la concreción de los memes y la chacota; fue, también, la voz apagada, pero siempre imponente, de las provincias; y para otros, una forma de reaccionar, con estandartes anticorrupción y mucha desinformación, a los partidos tradicionales. Nada fue una casualidad, ni una agria sorpresa.
La historia se erige siempre como el oráculo de nuestro destino. El ritmo de Lima, de esa capital tan foránea y negativamente aristocrática, está en un siglo XXI lleno de individualismos caprichosos, encerrado en una ciberburbuja de primer mundo, ignorante de una masa provincial que aún lucha por la supervivencia y sueña con educarse siquiera. ¿Cómo aspiran a que exista representación política de calidad cuando los representados, obligados a un sufragio que ignoran hasta el último día, no pueden siquiera pensar su voto?
Tenemos lo que merecemos. La política representativa es una maravilla poética: cada verso, o representante, es la condensación de una realidad enorme, increíble y surreal: de su población y su formación. Los votantes no fueron más que una luz que hoy se proyectó con nitidez sobre la sombra en la que vivimos.
26.01.2020 |