La teta asustada.

Parece raro el título y puede llevar a errores de comprensión pero para nada es algo escatológico.

Es simplemente el titulo de una película que vi allá por el 2009 o 2010 no recuerdo muy bien y la historia me pareció espectacular, la historia...

Imagino que mucha gente no la habrá visto cosas del cine peruano, se ve que vende más el de Hollywood, pero trata a grandes rasgos sobre la "enfermedad ficticia" que sufre la familia de la protagonista, en la que el miedo se trasmite por la leche materna generación tras generación. Es algo interesante, como los miedos, las tradiciones y el camino de las personas siempre están marcadas a fuego, las cicatrices no visibles de lo vivido a través de la carga genética que nos convierte en lo que somos.
Entiendo el miedo, entiendo que hay cosas que no he vivido y que no me gustaría sufrir en mis carnes pero ese "no me gustaría" reafirma, me estimula a hacer lo posible para que no se vuelva a repetir, desde la pasividad, desde la paciencia o desde la acción de mis pensamientos y palabras.

Si algo se, que seguramente no sepa mucho, es que a los miedos se les mira a los ojos, directamente, con tu esfínter cerrado y con llamas en tu mirada, ni un paso atrás el miedo no se combate con miedo, el miedo se le enfrenta con decisión y valor con las ganas de aprender y visualizar siempre un futuro mejor.

Quien me conozca sabe de sobra que jamás me faltara una sonrisa, un hombro y un mano para quien la necesite aún sabiendome débil puedo convertir mi sombra de molino en gigante.

Y puedo estar equivocado, porque sería normal todos lo hacemos, pero me gusta tal y como soy, sin más.

Cuando lo sencillo es abrir los ojos nos empeñamos en seguir con la venda puesta.