Hoy cerraron los comercios, también los shoppings en algunas ciudades importantes. No porque carezcan de productos básicos o no vendan. Por otro lado, que éstos cierren no parece ser un hecho fuera de lo común, algunos días lo hacen. Sino más bien que la razón responde a un acto de lo más extraordinario.

Fue mi amigo Jeremías, quien con buen criterio me advirtió, que a partir del momento en que me decía, no debía confiar en nada ni nadie, que armase pronto un refugio con provisiones, seguridad reforzada y me escondiera, porque el mundo tal cual lo conocíamos, donde la confianza y la felicidad parecían una realidad tangible, se había vuelto un lugar peligroso en donde la utopía estaba ausente, no a causa de la violencia que en menor o mayor medida reina en cualquier ciudad del mundo, no a causa de los terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, ni el apetito destructor de la naturaleza que parece no tener límites.

Doy fe que el relato de mi amigo me pareció verdadero, debido a las imágenes en tiempo real que desde el lugar de los hechos transmitieron los noticieros, en donde se veía un rascacielos en llamas sobrevolado por una nave que se perdía entre el humo a una velocidad sorprendente, además de las fotos que me envió Jeremías desde su ciudad, llamó mi atención una breve pero aclaradora filmación que daba prueba de su testimonio. En una de sus fotos se veía una luz verde que salía de un foco ubicado en la parte inferior de una nave que de ningún modo era un avión o helicóptero. Estas naves no fueron captadas por los radares y pudieron ser avistadas ya cerca de aterrizar en tierra firme. En otra foto se veía extrañas criaturas de color gris azulino que no llevaban ropa (aunque no podría afirmar con seguridad que tuvieran piel como los humanos), ellos descendían de una de las naves con luces muy brillantes.

Según mi amigo Jeremías lo acontecido en su ciudad se desarrolló de la siguiente manera:

En el shopping –el más grande de Ciudad Luz- un grupo de personas miraban las vidrieras, otros gastaban su dinero en las tiendas mientras otros caminaban por sus galerías. A un grupito le llamó la atención una persona que se paró al lado de la fuente ubicada en el centro del shopping. Se trataba de un hombre de edad avanzada, canoso, algo encorvado que se detuvo a mirar con preocupación a través del cristal del gran ventanal que hace de pared, observó como en el cielo se materializaba un círculo verde a gran velocidad, que a modo de señal, lo iluminó obligándolo a arrodillarse. Entonces el hombre levantó ambos brazos y gritó con fuerza: ¡Ya vienen!

Otro hombre de barba y bigote, alto, delgado, de cabello castaño y ojos color aceituna se paró a su lado inquiriendo; ¿Quiénes vienen?, el hombre alcanzó a levantar su brazo derecho señalando con su dedo hacia un objeto brillante hasta que desapareció bajo un potente halo de luz envuelto en una niebla verde. Varios alzaron sus cabezas para ver con estupor el lento descender de una docena de naves foráneas, dos de ellas, transparentes y concéntricas con cierta luminosidad, que escoltaban a una más grande, de un color rosa con apariencia gelatinosa. Las naves abrieron fuego contra los techos, paredes y ventanas de las casas y edificios, en ráfagas asesinas, disparando también a las calles abarrotadas de gente por ser una avenida frecuentemente concurrida.

Y así comenzó el caos…un caos que se volvió gigantesco e incontrolable. Todos corrían despavoridos sin entender ¿Qué diantres ocurría?

Y descendió una de las naves, rompiendo el cristal. De ella bajó una figura con aspecto humanoide de color gris plomizo. Poseía dos antenas en su cabeza, no tenía pies. Dos soldados, armados, con trajes e insignias extrañas con forma de signos raros (similares a los sumerios) que hacían las veces de guardaespaldas lo acompañaban. Ya en el shopping, buscaban a una mujer, no a cualquier mujer, sino a la que sería la engendradora...

Y la encontraron, sería la madre de un nuevo comienzo, sería quien gestaría la criatura que esperaban hace siglos, para construir un matriarcado marciano basado en sus leyes y enseñanzas, y ya se la veía embarazada y sentía dolores insoportables.

Y en ese ínterin, sobre las cerámicas del frío piso del shopping la mujer cayó al suelo con los ojos desorbitados, de ese color blanco ciego. De su boca nació un grito desgarrador junto a una espuma blanca que manchaba su ropa. Su panza era un tambor que latía cada vez más fuerte.

Y la mano del bebé rompió la carcasa, emergió su brazo pegajoso pintado de una sustancia tan verde como viscosa. Y la mano formó un puño. Luego la lampiña criatura de ojos que cambiaban de color sacó su otra mano, y ya no era un bebé sino una bestia que saltó al piso formando un charco de agua pútrida bajo sus pies, chorreando baba con el cordón umbilical en la mano.

Mi amigo no dejaba de ver desde la terraza de su casa con binoculares, pese al peligro que corría, no se perdería el espectáculo.

Y la extraña criatura se convirtió en un hombre, que se fue con el humanoide y sus guardaespaldas rumbo a la nave. Movió su dedo índice desde la puerta; y las mil y una esquirlas, pedazos de hierro y cristales junto a otros materiales volaron por los aires acompañados de un ruido ensordecedor.

Uno de los testigos que estaba en el shopping, el que habló con el abducido y logró sobrevivir gracias a su instinto de salir corriendo antes de la explosión y que se quedó casi hasta el final del parto, pudiendo ver a la criatura recién nacida le contó ciertos detalles a mi amigo Jeremías, quien finalmente pudo atar cabos y saber de qué se trataba todo este oscuro asunto. A mi amigo Jeremías, que es un hombre de familia, como yo.

El pánico reinaba en Ciudad Luz, la criatura se bamboleaba, a cada paso que daba. Con sus enormes y peludos pies escupía un ácido que corroía el chasis de los coches, mientras que con sus potentes garras destruía edificios y estatuas públicas. Los carteles y postes tampoco se salvaron, todo lo que encontraba a su paso se convertía en polvo. Los policías se colocaban en fila, los militares preparaban el armamento pesado. A todos los civiles se les dio la orden de retirarse del lugar, el área era un campo de batalla. Los helicópteros sobrevolaban el área, abriendo fuego ante la orden tanto desde el cielo como de tierra. La criatura parecía sentir cosquillas y los derribaba como mosquitos con sus enormes dedos. Nada impedía su avance. Aplastaba coches y autobuses, cuando los militares decidieron participar de la acción con sus cañones y tanques, no sabían cómo detenerlo, hasta le dispararon con una bazuka para observar asombrados como los diablos se tragaban los misiles. La criatura envuelta en un aura violeta de la que emanaba una energía de rayos eléctricos gritaba furiosa: ¿Dónde está mi juguete? La potencia de su grito destruía los vidrios manzanas a la redonda.

Y es que años atrás en una misión tripulada a Marte, encontraron un artefacto, era una piedra hexagonal transparente, la analizaron hasta el cansancio más no supieron definir su composición específica. Intuyeron que no podía ser natural sino un artefacto fabricado por una inteligencia superior, hasta que un grupo de astrónomos recibieron un mensaje proveniente del espacio exterior. El mensaje contenía signos muy extraños que no pudieron descifrar. Los expertos se lo tomaron a broma, uno de ellos llegó a decir que si los egipcios aún vivieran lo entenderían, otro dijo: -y si fuéramos chinos también-, he ahí las consecuencias, de no poder traducir el mensaje a tiempo que seguramente tenía relación con el artefacto, el que debieron devolver a Marte, antes de la invasión.

Esta conjetura es razonable si pensamos que se pudo evitar un mal mayor, dado que una guerra a veces puede ser evitada sin la necesidad de leer el arte de la guerra, porque nadie pudo prever la invasión, mucho menos que vendrían a buscar un juguete del que no se sabe casi nada y el que no debió salir de Marte.

Y la gran criatura se detuvo, se sentó a descansar sobre un rascacielos, y llegaron las tropas de elite, los refuerzos lo rodearon abriendo fuego con armas largas, la criatura se puso en pie dando muestras de dolor a cada disparo dado, ya que el armamento empleado fue más grueso esta vez.

La criatura ya no se conformaba con su juguete, ahora quería otras cosas, tenía además un apetito de destrucción notable, la criatura quería negociar con las autoridades y así lo expresó: “escuchen terrícolas, si me dan mi juguete no destruiré más edificios ni se perderán más vidas, se cómo piensan, ustedes no tienen derecho a traer a este planeta inmundo algo que es mío, quiero a una mujer y algo de comer”, la criatura pensaba como adulto y daba muestras de inteligencia, además de tener un cuerpo enorme, la criatura sin duda no era ingenua.

Uno de los policías, le gritó: “te daremos lo que quieres si paras de destruir todo”. La criatura no obedeció. Ya era tarde para controlarla.

La criatura atacó con furia lanzándose contra un grupo de policías y los aplastó, rebotando como una pelota gelatinosa sobre ellos, luego de una intensa batalla contra las fuerzas del orden, lanzó una carcajada y dijo: ¡Esto no termina aquí! y estalló en múltiples pedazos de gelatina, que se convirtieron en varios niños monstruos que salieron corriendo en todas direcciones. Lograron así escapar de las autoridades por las calles de Ciudad Luz para esconderse en las casas de sus habitantes. Como sabemos la criatura y sus criaturitas tienen la capacidad de convertirse en adultos y cambiar el tamaño de sus cuerpos en un breve lapso de tiempo.

Aún no es posible comprender como la criatura aprendió el lenguaje humano o de dónde le vino ese lenguaje para así poder comunicarse, y gritar que quería su juguete y todo lo que vociferó, al estar poco tiempo entre humanos, podrían tejerse varias hipótesis, que no solo tiene que ver con el tiempo récord de aprendizaje sino en su capacidad metabólica, emocional y psíquica, como la capacidad que puede tener de aprender en poco tiempo lo que los humanos tardan más en aprender, o que lo heredó de su madre y nació sabiéndolo, que al convertirse y crecer mucho, en minutos, en un solo día, en ese proceso veloz en el que pasó de niño a adulto en un santiamén, logró que el lenguaje humano le sea innato por ser ya un adulto o por alguna otra extraña razón. Además de que su cuerpo creció demasiado comparado a un humano cualquiera, no solo en términos de tiempo, sino de peso y altura, su intelecto se desarrolló en un muy corto plazo, lo que convierte a esta criatura sobrehumana, en un súper héroe, sin dudas, no de este planeta. Ésta más otras interrogantes fueron debatidas y analizadas tanto por científicos como por expertos en la materia, pero aún no logran llegar a una conclusión definitiva.

Y los humanoides junto a algunos niños venidos de las estrellas se van en sus naves con dos o tres mujeres raptadas, jurando regresar. Otros se han quedado en la tierra. Es probable que hasta que no se sepa más del artefacto, de estas criaturas, ni de sus intenciones aparentemente oscuras, no se sabrá cómo combatirlos.

Desde entonces los niños venidos de las estrellas esperan acechantes poder vengarse de la humanidad.